El certificado de AENOR de protocolos frente al COVID-19 es un aval externo de idoneidad y efectividad de las medidas aplicadas por las organizaciones frente al coronavirus. La metodología desarrollada por AENOR está basada en las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales, que supone un abordaje completo de la gestión por las organizaciones de los riesgos derivados del COVID-19, con un completo registro de campos como salud y seguridad laboral, limpieza, formación, gestión de residuos, riesgos específicos de las organizaciones, y se alinea con la revisión de sus planes de contingencia y continuidad de negocio.
La certificación AENOR de protocolos frente al COVID-19 impulsa la confianza entre todos los colectivos; un aspecto clave para la recuperación económica y social de los efectos de la crisis del coronavirus. Las instalaciones y servicios que se sometan a la auditoría de AENOR tendrán la seguridad de estar aplicando protocolos adecuados. Además, demostrarán ante clientes, empleados y público en general su compromiso para evitar la propagación del COVID-19.
Ilunion Hotels es la primera cadena hotelera que consigue el certificado AENOR de protocolos frente al COVID-19, garantizando así la seguridad de sus instalaciones y servicios; y generando confianza tanto en los clientes de sus establecimientos, como entre sus propios empleados durante el desempeño de su trabajo.
AENOR ha verificado los protocolos de la gestión de riesgos específicos de la compañía, de la salud laboral, de los procesos de limpieza, higiene y desinfección de los espacios, de las medidas de protección o de las relativas a la continuidad de la operación, entre otros.
ILUNION Hotels fue una de las cadenas hoteleras que dio un paso adelante para ayudar al sistema sanitario tras la declaración del estado de alarma por el COVID-19. Así, ofreció varios de sus hoteles, no solo para que fueran medicalizados, sino también para que el personal de los distintos centros hospitalarios pudiera descansar y proteger a su entorno familiar más cercano. Además, en Andalucía abrió sus puertas para alojar a pacientes de residencias de mayores que no solo tuvieran el riesgo de la enfermedad, sino múltiples patologías. Asimismo, ayudó a distintos centros, de tipo religioso, de personas con discapacidad, sin hogar o en riesgo de exclusión social, con diferentes donaciones de alimentos, carros, bandejas, colchones y camas, entre otras.
Por último, hay que destacar que 11 de sus centros son gestionados como Centros Especiales de Empleo. Esto significa que, como mínimo, el 70 % de su plantilla son personas con discapacidad y demuestra ser un ejemplo de integración laboral en el sector turístico.