El certificado de AENOR de protocolos frente al COVID-19 es un aval externo de idoneidad y efectividad de las medidas aplicadas por las organizaciones frente al coronavirus. La metodología desarrollada por AENOR está basada en las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales, que supone un abordaje completo de la gestión por las organizaciones de los riesgos derivados del COVID-19, con un completo registro de campos como salud y seguridad laboral, limpieza, formación, gestión de residuos, riesgos específicos de las organizaciones, y se alinea con la revisión de sus planes de contingencia y continuidad de negocio.
La certificación AENOR de protocolos frente al COVID-19 impulsa la confianza entre todos los colectivos; un aspecto clave para la recuperación económica y social de los efectos de la crisis del coronavirus. Las instalaciones y servicios que se sometan a la auditoría de AENOR tendrán la seguridad de estar aplicando protocolos adecuados. Además, demostrarán ante clientes, empleados y público en general su compromiso para evitar la propagación del COVID-19.
Se ha convertido en el primer organismo de la Unión Europea (UE) en conseguir el certificado AENOR de protocolos frente al COVID-19. La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europa (EUIPO) es una agencia descentralizada de la UE con sede en Alicante, que cuenta con una plantilla de más de mil empleados, de todos los países miembro de la UE.
Durante el Estado de Alarma en España y la desescalada en la Comunidad Valenciana, la EUIPO implementó un sistema de teletrabajo, respaldado por una infraestructura de tecnología de información avanzada, que garantizó la continuidad de sus actividades mientras que la plantilla trabajaba fuera de la sede.
Gracias a la implementación de los protocolos más estrictos de seguridad sanitaria, la mayor parte de los empleados pudo volver a la sede el día 7 de septiembre. El proceso de auditoría de AENOR abarcó una auditoría documental que evaluó la idoneidad de los protocolos y los sistemas de gestión de la EUIPO y la visita in situ para comprobar que todo se había aplicado correctamente. La auditoría presencial contempló la revisión de todo el campus de la EUIPO, las áreas de oficinas, servicios de restauración, áreas comunes, salas de reuniones e instalaciones técnicas. Y también se comprobaron que las rutinas de ventilación y limpieza, mantenimiento de las instalaciones, información proporcionada a los usuarios y prácticas de autocontrol eran los adecuados.