Sergio González
Dirección de Marketing Estratégico y de Producto
AENOR
La crisis sanitaria generada por el COVID-19 ha tenido un elevado impacto en sectores económicos críticos y esenciales, encontrándose gravemente afectadas áreas de actividad en sectores como industria y servicios esenciales, gran distribución y comercio, transporte de personas y logística, banca y seguros, o turismo, por mencionar algunos ejemplos.
Esta situación ha creado incertidumbre en la sociedad respecto a las soluciones aportadas por parte de las empresas de dichos sectores, sobre su capacidad para proporcionar seguridad y confianza en las medidas de actuación planteadas y para ofrecer una vuelta a la normalidad con las suficientes garantías sanitarias.
Solo que esa normalidad se ha denominado ya como “nueva normalidad”, puesto que una vez superado el confinamiento lo que se plantean son nuevos desafíos en la vuelta a la actividad de las empresas:
- Se requiere mayor seguridad sanitaria y de continuidad de negocio ante la nueva situación. Todos queremos llegar seguros a nuestro puesto de trabajo, en medios de transporte que den garantías de que eso es así.
- Nuevas formas de relación con los clientes, empleados y socios. Vamos a cambiar las formas de hablar con los clientes, de reunirnos con ellos, de relacionarnos entre nosotros.
- Cambios internos en la forma de trabajar y operar (teletrabajo, conectividad, etc.). Muchos de nosotros estábamos habituados a las videoconferencias, pero en este tiempo se ha batido todo récord anterior. Se ha cambiado nuestra forma de trabajar, pero desde una perspectiva nueva.
Generar confianza
Ante esta situación, las organizaciones necesitan cuanto antes generar confianza a la hora de reactivar su actividad dentro de esta “nueva normalidad” que se nos plantea.
La “nueva normalidad”, orientada hacia un calendario de reinicio de actividad prefijado, va a requerir del desarrollo de protocolos específicos que traten de hacer frente al coronavirus.
Las organizaciones tienen el foco puesto en una eficaz y eficiente aplicación de dichos protocolos y de las medidas contempladas en los mismos para evitar contagios del virus. Pero también en que estas medidas lleguen y den seguridad a sus clientes y a sus trabajadores, generando confianza.
Y para generar esa confianza a clientes, empleados y consumidores, para reforzar las iniciativas desarrolladas en este ámbito y por fidelidad a nuestro propósito, AENOR ha desarrollado un esquema de certificación basado en la evaluación de la aplicación de los protocolos frente al COVID-19 de las empresas; contrastándolos además con una metodología propia, basada en la experiencia de AENOR y en las dinámicas fuentes de información existentes.
Se trata de un esquema de certificación con un objetivo claro: ayudar a las organizaciones con una herramienta para provocar un impacto positivo, asegurando a empresas y asociaciones que podrán volver a la normalidad con el mayor nivel de garantía posible.
Esta certificación impulsa la confianza entre todos los colectivos; un aspecto clave para la recuperación económica y social de los efectos de la crisis del coronavirus.
¿A quién se dirige la certificación?
La certificación de los protocolos frente al COVID-19 es de aplicación tanto a grupos de empresas, como a empresas individuales que hayan desarrollado protocolos y medidas para dar respuesta a la crisis.
Es aplicable a los diferentes sectores de la sociedad y a todo tipo de organización, instalación o servicio. Oficinas, industria, transporte y logística, alimentación, venta al público o incluso el sector de la construcción son algunas de los más relevantes, donde el impacto de las medidas frente al COVID-19 es más necesario y donde la propuesta de AENOR puede ayudar en el proceso de vuelta a la normalidad.
Pero esta certificación pretende en aportar valor en los procesos de continuidad de negocio y en diferenciar a aquellas organizaciones que lo soliciten gracias a la evidencia en su compromiso certificado por AENOR.
Se trata de un modelo dinámico de certificación de los protocolos frente al COVID-19 en el que AENOR:
- Evalúa el cumplimiento del protocolo, de las buenas prácticas y de las medidas implantadas por la organización
- Contrasta los protocolos y medidas establecidos por las organizaciones de acuerdo con una metodología propia de directrices, desarrollada y mantenida al día de acuerdo con las recomendaciones y requisitos de distintos documentos nacionales e internacionales.
Este esquema está diseñado para integrase con facilidad con sistemas de gestión muy implantados en las organizaciones o de carácter estratégico como son los sistemas de gestión ISO 45001 de Seguridad y Salud en el Trabajo, ISO 31000 de Gestión de Riesgos o ISO 22301 de Continuidad de Negocio
Gestión integral
Este esquema se ha abordado de manera integral, teniendo en cuenta la gestión llevada a cabo por parte de las organizaciones de los riesgos derivados del COVID-19. Pone especial atención a campos como salud y seguridad laboral, limpieza, formación o gestión de residuos y se alinea con la revisión de los planes de contingencia y continuidad de negocio que puedan tener las organizaciones.
Entre los ámbitos que se tocan durante la evaluación destacan;
- Medidas de gestión de riesgos específicos en la organización
- Medidas sobre Salud Laboral
- Buenas Prácticas de Limpieza y Desinfección
- Medidas de Higiene del personal
- Medidas organizativas y de transporte de trabajadores
- Medidas de protección.
- Medidas de Formación, información y comunicaciones
- Medidas asociadas a la continuidad del negocio
Es posible complementar la auditoría con analíticas de limpieza y desinfección de superficies mediante análisis por parte del laboratorio de AENOR para enterobacterias, aerobios y, por supuesto, COVID-19.
El diseño, implantación y actualización de los planes de limpieza y desinfección constituye un punto fundamental en los protocolos. Por ejemplo, es importante el refuerzo de la limpieza y desinfección de superficies de uso habitual por parte de clientes y empleados, para prevenir contagios y minimizar la probabilidad de difusión de agentes patógenos.
En definitiva, se trata de un modelo cuyo fin es sumar garantías y seguridad a los protocolos establecidos y aplicados por las organizaciones mediante auditorias de carácter periódico a dichos protocolos, con un planteamiento que integra flexibilidad y sencillez con el rigor que caracteriza a AENOR.
Además, existe la posibilidad de complementar la auditoría con analíticas de limpieza y desinfección de superficies mediante análisis por parte del laboratorio de AENOR para enterobacterias, aerobios y, por supuesto, COVID-19.
Este esquema está diseñado para integrarse con facilidad con sistemas de gestión muy implantados en las organizaciones o de carácter estratégico como son los sistemas de gestión ISO 45001 de Seguridad y Salud en el Trabajo, ISO 31000 de Gestión de Riesgos o ISO 22301 de Continuidad de Negocio.
En definitiva, la certificación AENOR de buenas prácticas en la gestión de los riesgos derivados del COVID-19 constituye una solución integral que tiene como objetivo aportar la tranquilidad y la seguridad que generan confianza.