ISO 21001, herramienta de gestión en el sector educativo

El sector educativo ha sido uno de los primeros que vio afectada su actividad por la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, que obligó al cierre de sus centros. Una correcta gestión es siempre fundamental, pero más aún en circunstancias excepcionales. La Norma ISO 21001 se convierte en una herramienta de gestión estratégica que utiliza el mismo lenguaje que los profesionales a quienes va dirigida, recogiendo requisitos específicos sobre los procesos educativos, como desarrollo del plan de estudios, proceso de admisión o métodos de evaluación.

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José Antonio Gómez
Coordinador Técnico de Calidad
AENOR

Hemos comprobado en los últimos meses cómo la crisis sanitaria originada por el COVID-19 obligó desde su inicio al cierre de los centros educativos. El esfuerzo de los profesionales de la educación y la rapidez con la que los centros han tratado de adaptarse a esta situación ha sido clave para mantener un servicio fundamental en la sociedad.

 

Porque si como ciudadanos tuviéramos que priorizar aquellos servicios en los que nos parece esencial asegurar un nivel de calidad y una orientación vocacional a nuestras necesidades como usuarios, el servicio educativo estaría siempre entre las primeras opciones.

 

Esa preocupación por cómo el conocimiento hace más fuerte a nuestra sociedad es uno de los principales indicadores de desarrollo y progreso de cualquier país. De hecho, en la Agenda 2030: Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, se establece como el 4º de los 17 objetivos, el garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

 

Durante muchos años, las organizaciones educativas de todos los ámbitos (la enseñanza primaria, secundaria, universitaria, profesional, etc.) han respondido a esa expectativa con una especial sensibilidad para mejorar sus procesos de gestión y para alcanzar cada vez mejores resultados en el aprendizaje. Certificaciones de calidad, modelos de excelencia (generales y sectoriales), programas de indicadores educativos, etc. son herramientas que han ayudado a establecer políticas, asegurar estándares de prestación y comparar resultados.

 

En este contexto, la Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado la Norma ISO 21001 y abre un nuevo camino lleno de oportunidades.

Conceptos clave de ISO 21001

Conceptos clave de ISO 21001

Integrada con otras normas de sistemas de gestión

Se cuenta así con una norma internacional, con el respaldo técnico que garantiza ISO y que ha permitido la participación de expertos de primera línea en su elaboración. El ámbito de la Norma ISO 21001 es especializado pero, a la vez, resulta aplicable a un amplio espectro de organizaciones educativas, incluso a áreas y departamentos que proporcionan formación en organizaciones cuya actividad principal no es la educación.

La Norma ISO 21001 se ha desarrollado siguiendo la Estructura de Alto Nivel que comparten todas las normas ISO de sistemas de gestión. Su clara vinculación con la ISO 9001 (cuyos requisitos quedan incluidos) proporciona una orientación a la eficiencia de los procesos y a la satisfacción de las partes interesadas. Asimismo, facilita la integración con otras normas de gestión ambiental, seguridad y salud en el trabajo, etc.

Las organizaciones educativas encuentran en la Norma ISO 21001 algo más que una nueva herramienta de gestión: la referencia más reconocida por el propio sector para identificar un servicio educativo que ofrece confianza a la sociedad

Dirigida a los profesionales educativos

La norma utiliza el mismo lenguaje que los profesionales a quienes va dirigida, recogiendo requisitos específicos sobre los procesos educativos (desarrollo del plan de estudios, proceso de admisión, métodos de evaluación, etc.) y ubicándolos en el contexto específico de esta actividad.

 

La gestión del conocimiento adquiere una gran relevancia, en especial el aportado e intercambiado por los educadores, la utilización de recursos de aprendizaje y el respeto por la propiedad intelectual.

 

La comunicación también se convierte en uno de los principales elementos de la norma, incluso de manera previa a la admisión del estudiante. La comunicación no se limita a informar sobre los requisitos para cursar una formación, los contenidos y formatos a utilizar, su coste, etc., sino que debe estar presente en toda la actividad: en lo relativo a los criterios y resultados de la evaluación, los protocolos para tratar cualquier discrepancia sobre dichos resultados, etc.

 

La norma presta además un interés especial a la colaboración y coordinación con todas las partes interesadas (padres, tutores, proveedores, administración pública, mercado laboral, etc.). En esta línea, se añade un anexo informativo (Anexo D) con directrices para la comunicación con los distintos tipos de partes interesadas y ejemplos de métodos que pueden ser útiles para obtener su retroalimentación.

El valor de las personas

Se concede en la Norma ISO 21001 un gran protagonismo a quienes aportan el principal valor de las organizaciones educativas: las personas que forman parte de ellas. No solo los profesores y educadores, sino también el personal de apoyo que resulta necesario para la prestación del servicio, y por supuesto, el equipo directivo. De igual modo, se reconoce el papel que juegan en el servicio los proveedores externos cuando es el caso, los voluntarios, personal en práctica y colaboradores de la organización.

La competencia de todos ellos es clave para el éxito en el servicio, los criterios de selección deben ser transparentes y debe procurarse un buen ambiente para el desarrollo de la actividad, con especial vigilancia de los factores psicosociales.

 

Las organizaciones que implementen la Norma ISO 21001 como marco de gestión, deberán evaluar con métodos objetivos el desempeño del personal del centro, hacerle partícipe en la mejora del proyecto educativo y realizar un seguimiento continuo sobre su satisfacción (además de la de los estudiantes).

La Norma ISO 21001 ha integrado en su contenido aspectos que resultan esenciales en el contexto actual de cualquier organización, pero más aún en una actividad con tanta repercusión social

Una nueva visión social

Volviendo al propósito último de la Educación como factor de desarrollo social, comprobamos que la Norma ISO 21001 ha integrado en su contenido aspectos que resultan esenciales en el contexto actual de cualquier organización, pero más aún en una actividad con tanta repercusión social.

 

En esta línea, adopta como parte de sus principios generales:

 

  • Responsabilidad Social
  • Accesibilidad y Equidad
  • Conducta ética en la educación
  • Seguridad y protección de datos

 

Con dicha orientación se propone, por ejemplo, que se tengan siempre presentes las necesidades especiales de los estudiantes, necesidades que pueden ser conductuales, comunicacionales, intelectuales, físicas o simplemente circunstanciales. Se pide al centro educativo en estas situaciones, un esfuerzo real y continuado en adaptar sus canales de comunicación y condiciones de acceso a las instalaciones; incluso una demostrable proactividad para ofrecer una instrucción adaptativa y ajustar su currículo o programa educativo. Para que estas disposiciones sean efectivas, debe proporcionarse además la formación adecuada a los profesores y resto del personal.

En cuanto a los criterios de admisión deben ser inclusivos y aplicarse uniformemente para todos los estudiantes; las actividades para la evaluación han de llevarse a cabo con transparencia, respeto y equidad; deben existir métodos para proteger los datos de los estudiantes y se promueve la adopción de códigos de conducta que aseguren comportamientos apropiados y de protocolos contra el acoso escolar. Cuestiones todas ellas, que han adquirido un lugar predominante entre las expectativas de la sociedad y que las organizaciones educativas de referencia han incorporado en sus políticas.

Podemos concluir, por tanto, que desde la normalización internacional se ha conseguido crear un marco de principios y requisitos totalmente adaptado a la realidad actual. Las organizaciones educativas cuentan ahora con algo más que una nueva herramienta de gestión; se trataría a nuestro entender, de lo que puede convertirse en la referencia más reconocida por el propio sector para identificar un servicio educativo que ofrece confianza a la sociedad.

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