Novedades en las ayudas para consumidores electrointensivos

El proyecto de modificación del Real Decreto 1106/2020, por el que se regula el Estatuto de los Consumidores Electrointensivos, se aprobará en breve e incluirá importantes novedades para las próximas campañas de compensación de peajes eléctricos que empezarán a realizarse en 2023. Esto supondrá pasar de 600 a más de 1.000 empresas que podrán beneficiarse de las ayudas recogidas en dicho Estatuto.

La principal novedad es que se propone duplicar el número códigos de Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) afectados, pasando de 62 a 124 los sectores que pueden optar a la consideración como Consumidor Electrointensivo (CEI) y, por lo tanto, acceder a las compensaciones por cargos soportados (peajes eléctricos). Además, distingue dos niveles de CEI: sectores en “Riesgo significativo” y en “Riesgo”, constituyendo estos últimos los nuevos entrantes.

El segundo cambio aplica a la reforma de los Criterios de intensidad de consumo eléctrico. Así, se solicita cumplir para cada punto de suministro eléctrico (CUPS), durante dos de los tres años anteriores, los tres requisitos siguientes:

• Volumen de consumo anual de energía eléctrica > 1 GWh.
• Dicho consumo debe realizarse en horas de periodo tarifario valle en > 50 % de la energía (para los consumos de 2022 no se exige).
• Relación Ratio de Consumo anual / ValorAñadido Bruto del año natural > 0,4kWh / € (cabe recordar que inicialmente se exigía >1,5 y en la campaña anterior se redujo a > 0,8).

Así, el importe total destinado a compensaciones para electrointensivos asciende a 225 millones de euros, lo que supone un incremento del 147 % sobre las ayudas concedidas en 2021. Y para ayudar a las organizaciones a acceder a dichas ayudas AENOR cuenta con dos soluciones.

Por un lado, la verificación de consumidores electrointensivos para certificar la parte de los consumos eléctricos destinados a actividades en los sectores enumerados en el Real Decreto, y su próxima modificación, que regula el Estatuto de los consumidores Electrointensivos.

Y, por otro lado, la certificación en Sistemas de Gestión de la Energía según la Norma ISO 50001, de la que se debe disponer antes de dos años desde la consideración de la organización como CEI.

En las industrias que forman parte del sector electrointensivo, la gestión de la energía y la electricidad son factores primordiales en su proceso. Y es que generalmente estas actividades pertenecen a la industria básica, dedicada a la transformación de las materias primas y, por tanto, requiere una mayor cantidad de mano de obra y de energías que otros sectores industriales.

En estas industrias el coste energético puede llegar a suponer hasta un 60 % de los costes de producción. A este respecto, cabe destacar el papel central de impulso de políticas energéticas para favorecer la competitividad de estos usuarios que se lleva a cabo en la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) desde 1980.

En primer lugar, tienen que incluir en la solicitud un informe verificado por un verificador acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) o cualquier otro organismo nacional que certifique la parte de los consumos de energía eléctrica destinados a actividades en los sectores enumerados en el Anexo afectados según el Real Decreto 1106/2020 y su inminente modificación. Así como para dichos consumos el importe de los peajes de acceso abonados durante el año 2022.

Después, deben disponer, antes de dos años desde la concesión de consumidor electrointensivo por la Administración Competente, de un sistema de Gestión de la Energía auditado y certificado que reúna los indicadores de desempeño energético según la Norma ISO 50001.

La verificación por parte de AENOR del informe y la certificación ISO 50001 proporciona y transmite la confianza a todas las partes. Es decir, implica la exactitud de la información y cálculos realizados por las instalaciones para poder resolver favorablemente la obtención de las ayudas a las que se opta, factor importante para para las organizaciones del tejido empresarial español.

Dejamos ya atrás el 2022, el año con mayores precios eléctricos desde la creación del mercado mayorista, en 1998, provocados por una crisis energética que asola Europa y que pone en riesgo el crecimiento y el avance de nuestra economía. 2023 no ofrece mejores perspectivas y los precios parece que se van a mantener en términos similares a los registrados este año. Por lo que la industria electrointensiva, extremadamente sensible a estos precios por razones obvias, encara el próximo año con una gran incertidumbre y demanda soluciones, porque competir en el escenario actual se vuelve inviable.

Hasta ahora se han adoptado medidas regulatorias importantes, a las que hay que dar continuidad para mitigar el impacto de los precios en la competitividad de nuestra industria. Todas ellas son de vital importancia en estos momentos en la medida en que numerosos países de nuestro entorno aprueban medidas importantes en apoyo a sus industrias.

En este sentido, me gustaría destacar la importancia que tiene el Estatuto del Consumidor Electrointensivo. Adquirir esta condición ha servido para que algunas medidas de calado adoptadas en 2022, como la reducción del 80 % de los peajes eléctricos, se aplique a nuestra industria, tremendamente expuesta a la volatilidad al alza de los precios eléctricos.

Esperemos que en 2023 la condición de consumidor electrointensivo sirva para aprobar nuevas medidas que equilibren el tablero a la hora de competir con las industrias de otros países. Obtener esta condición conlleva lógicamente requisitos, pero es un camino que vale la pena recorrer y mucho más sencillo si además se cuenta con el apoyo y la experiencia en este proceso de una empresa líder como es, sin duda, AENOR.