Las empresas con culturas inclusivas son más innovadoras, más resilientes y más atractivas para el talento. ¿Quieres saber por qué una gestión eficaz de la diversidad se puede convertir en una estrategia para las organizaciones? Aquí te ofrecemos algunas claves.
Susana Pérez de Vries
Directora
Talengo
Susana Estudillos
Mánager de Sostenibilidad Social
AENOR
Hay momentos en que una organización debe mirarse al espejo y decidir quién quiere ser. No por imagen, ni por corrección política, sino por coherencia y sentido. El contexto actual, marcado por la polarización global y la incertidumbre tecnológica, nos obliga a volver a la esencia: ¿qué tipo de empresa queremos ser y para qué estamos en el mundo?
En esta encrucijada, la gestión de la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) se convierte en una decisión estratégica. Afecta directamente a la sostenibilidad, la innovación y la cohesión de las organizaciones; y es que no hay transformación real sin inclusión, competitividad duradera sin diversidad de pensamiento ni liderazgo sin propósito.
En el ámbito internacional, estamos presenciando un preocupante retroceso en espacios donde se había conseguido un gran avance. Tal y como señala el informe de Talengo DEI en la encrucijada: Liderazgo con propósito frente a la polarización global, cientos de empresas del S&P 500 han eliminado toda mención a la DEI en sus informes anuales. Este fenómeno está generando un efecto paralizante, incluso en compañías que creen firmemente en el valor de la inclusión.
Frente a esta ola regresiva, Europa y especialmente España tienen la oportunidad de liderar desde una ética del cuidado, del equilibrio y de la responsabilidad compartida. Tenemos marcos regulatorios sólidos y un ecosistema empresarial cada vez más consciente del impacto social que genera.
Compromiso certificado
En este escenario, la certificación AENOR de Diversidad e Inclusión es una herramienta para las empresas y organizaciones que ejercen un liderazgo consciente, responsable y sostenible que integra todas las líneas de acción en favor del desarrollo de la propia compañía, así como de los entornos en los que se desarrolla, generando un marco coherente de acción y atendiendo a los desafíos.
Basado en la Norma ISO 30415 Human resource management - Diversity and Inclusión, este certificado permite abordar la gestión inclusiva de la diversidad potenciando las posibilidades de desarrollo del capital humano de las organizaciones, además de mejorar el diseño de productos y servicios, la relación con los stakeholders y la cadena de suministros, impactando en la mejora de su competitividad y, en definitiva, su sostenibilidad.
Entre los beneficios que aporta de la certificación AENOR de Diversidad e Inclusión se pueden destacar los siguientes:
- Reducción de los costes de la no inclusión de la diversidad: pérdida de competitividad, no acceso a fuentes de financiación, de inversión, etc.
- Mejora en la gestión de riesgos en la materia de igualdad y no discriminación.
- Acceso a fuentes de financiación pública, subvenciones, captación de fondos de inversión, a procesos de contratación, etc.
Proactividad en favor de la mejora en Sostenibilidad Social de la compañía y en el posicionamiento de contribución a la Agenda 2030, con los ODS 5 Igualdad de género + ODS 8: trabajo decente y crecimiento económico + ODS 9: Industria, innovación e infraestructura +ODS 10: reducción de desigualdades + ODS 17: establecimiento de alianzas.
Beneficios de la Certificación de Diversidad e Inclusión
Informe Talengo: cerca de 60 empresas encuestadas
El informe estratégico sobre DEI 2025 de Talengo recoge las respuestas de casi 60 empresas en España. El 75 % declara tener una estrategia DEI en marcha, y un 84 % afirma haberla mantenido pese al contexto adverso. Sin embargo, solo un 9 % se considera referente.
Esto nos habla de la distancia que aún existe entre la intención y la verdadera integración de estas políticas. Los retos más mencionados no sorprenden: dificultad para medir el impacto, falta de recursos y, sobre todo, desconocimiento del valor estratégico que representa la DEI.
Esto último es clave ya que todavía cuesta entender que la inclusión no es “lo correcto” únicamente desde un punto de vista ético, sino también lo más inteligente desde una perspectiva de negocio. Las empresas con culturas inclusivas son más innovadoras, más resilientes y más atractivas para el talento como se demuestra en multitud de estudios de BCG, McKinsey, EY, Gran Thornton y otros casos de éxito.
Un aprendizaje claro de los últimos tiempos es la necesidad de revisar el relato que sostenemos sobre la diversidad. Hablar de cuotas o identidades puede provocar rechazo si no se explica desde una lógica inclusiva y transformadora, de negocio. Necesitamos un lenguaje que conecte y hable de cultura, pertenencia, innovación, bienestar, seguridad psicológica y equidad real. A la vez que integramos aspectos como la salud mental, la neurodiversidad, la diversidad generacional o el origen socioeconómico como una actualización imprescindible para que realmente se nos incluya a todas las personas.
El informe estratégico sobre DEI 2025 de Talengo recoge las respuestas de casi 60 empresas en España. El 75 % declara tener una estrategia DEI en marcha, y un 84 % afirma haberla mantenido pese al contexto adverso. Sin embargo, solo un 9 % se considera referente.
Necesitamos un liderazgo consciente, inclusivo y valiente
Y, sobre todo, necesitamos liderazgo, no solo en cargos directivos, sino en todos los niveles de la organización. Se trata de un liderazgo consciente, inclusivo y valiente, es decir, que sepa gestionar la incertidumbre del mundo actual, tomar decisiones difíciles sin renunciar a principios y construir confianza desde la coherencia.
En momentos de cambio profundo las empresas que están mejor posicionadas son aquellas que, sin perder el foco estratégico, entienden que la cultura inclusiva es una ventaja competitiva. Porque permite atraer y retener talento diverso, anticipar riesgos reputacionales, mejorar la calidad en la toma de decisiones y generar innovación a través de un pensamiento heterogéneo.
La diversidad no es una moda pasajera, si no que se trata de una brújula que nos orienta cuando todo cambia, en un mundo complejo que requiere de todas las miradas para dar solución y respuesta a todos los retos que nos encontramos. Su gestión eficaz no depende del marketing, sino de la convicción, coherencia y autenticidad. De entender que el futuro pertenece a quienes se atreven a liderarlo, no a quienes lo temen.
Es el momento de los liderazgos valientes e inclusivos, que saben aprovechar lo mejor de las personas, aprovechando su talento y todos los factores de diversidad que lo integran y hacen posible.