Chile ha sido pionero en Latinoamérica en desarrollar una norma de igualdad de género: la NCh 3262. Para la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, se trata de una herramienta que acelera la implantación de medidas en este ámbito en el ADN de todo tipo de organizaciones, reportando beneficios inmediatos relacionados con la disminución de brechas de género, buen clima, aumento del compromiso e impacto positivo en la productividad. El Ministerio acaba de conseguir el certificado AENOR según esta norma y Mónica Zalaquett cuenta la experiencia en primera persona.
Chile es un país a la vanguardia en materia de Igualdad entre hombres y mujeres, como lo demuestra el cuarto Plan Nacional de Igualdad 2018-2030 en vigor. ¿Podría comentar los avances que se han conseguido desde el primer plan y qué objetivos maneja el actual?
El Plan Nacional de Igualdad entre Mujeres y Hombres es una herramienta de política pública que se establece como un instrumento orientado a eliminar toda forma de discriminación arbitraria hacia las mujeres y el pleno ejercicio de su derechos y autonomía. Desde 1994 se han elaborado e implementado cuatro Planes cuyos objetivos han encauzado las políticas de género en los distintos gobiernos, contribuyendo al avance y reconocimiento de los derechos de las mujeres. Esto se ha traducido en programas y políticas públicas que han considerado las necesidades específicas de las mujeres y han disminuido las discriminaciones y desigualdades que históricamente nos han afectado. Además, las acciones implementadas han contribuido a la transformación cultural de nuestra sociedad avanzando hacia una más igualitaria.
El cuarto Plan Nacional de Igualdad de Género 2018-2030 recopila las voces de la sociedad civil y organismos de los sectores públicos, contribuyendo al logro de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y siendo un plan de trabajo consistente con la Agenda Mujer impulsada por el Gobierno. Contiene compromisos de todos los sectores con el fin de lograr cuatro objetivos estratégicos:
- Alcanzar el reconocimiento, respeto y garantía de los derechos de las mujeres para lograr la igualdad de género y la autonomía de la diversidad de mujeres que habitan el territorio nacional.
- Fortalecer y dar sostenibilidad política, técnica y operativa a la institucionalidad de género en el Estado.
- Instalar la igualdad de género, de manera transversal en la institucionalidad pública, en las políticas, planes, programas y presupuestos para garantizar la igualdad sustantiva de las mujeres, su autonomía y la equidad de género.
- Contribuir al cambio cultural del país para eliminar toda forma de desigualdad y discriminación basada en el género y propiciar la plena participación de la diversidad de mujeres en la vida cultural, política, económica y social de Chile.
"Somos una institución rectora en materia de género por lo que no podíamos tomar otra postura que la de identificar nuestras brechas y ponernos manos a la obra para implementar la Norma NCh 3262"
Para ayudar a las organizaciones a mejorar la gestión de la Igualdad en 2012 se publicó la norma chilena NCh 3262. ¿Qué valoración hace de su implantación en las empresas y Administración Pública?
Efectivamente, tomando un rol vanguardista, Chile fue el primer país de Latinoamérica en desarrollar una norma de igualdad de género para las organizaciones en 2012. Se trata de la NCh 3262, que busca promover un cambio cultural al interior de las organizaciones públicas y privadas para favorecer el ingreso, permanencia y desarrollo de las mujeres en espacios laborales de calidad, propiciando medidas para enfrentar brechas de género en el empleo y posibilitando la corresponsabilidad en el cuidado y tareas reproductivas.
Los cambios en la cultura organizacional no son fáciles. Exigen movilizar a toda una organización acostumbrada a funcionar de una manera y que, muchas veces, no identifica oportunidades de mejora. Hoy, en un contexto de emergencia sanitaria mundial, hemos conocido lo que significa modificar no solo la forma de trabajar sino también de relacionarnos, saludarnos, estar en los espacios públicos, en el espacio laboral y en los entornos familiares.
La NCh 3262 es una herramienta que propone la implementación de un Sistema de Gestión de Igualdad de Género y Conciliación de la vida laboral, familiar y personal en la lógica de la corresponsabilidad dentro de las organizaciones, estableciendo requisitos mínimos que deben cumplirse para mejorar la eficacia y promover un mayor compromiso con el desarrollo y bienestar de las personas que la integran. Este compromiso se demuestra con la certificación por parte de un organismo externo, como es el caso de AENOR, que audita el cumplimiento de los requisitos. Este sistema de gestión genera cambios estructurales con modificaciones positivas que se mantienen de forma sostenida en el tiempo, independiente de quién esté liderando la organización.
Cada vez más organizaciones han tomado conciencia de la relevancia de incorporar políticas, acciones y medidas que contribuyan a lograr la igualdad de género, conciliación y corresponsabilidad. Por ello, 41 organizaciones, públicas y privadas, ya se han certificado con esta norma. Cuando llegamos al ministerio existían 10 organizaciones certificadas, por lo que en este período hemos cuadruplicado ese número que incluye a tres servicios públicos. Además, hay un número importante de organizaciones que se encuentran en proceso de implementación.
Con esta norma, los servicios públicos se alinean con los procesos de modernización del estado y también con la transversalización de género, que como ministerio hemos estado impulsando con diversos mecanismos y que buscan generar un equilibrio en la vida de hombres y mujeres.
Video. AENOR certifica al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género de Chile en Igualdad
Su Ministerio acaba de recibir el certificado de AENOR según la Norma NCh 3262 de gestión de la igualdad. ¿Qué medidas han implantado para conseguir esta certificación?
Estamos muy felices y es un orgullo para todas y todos haber conseguido esta certificación. Nos permite mostrar aún más coherencia en nuestro discurso, que la norma es una excelente herramienta para que las organizaciones avancen sostenidamente en la igualdad de género y nuestro compromiso. Somos una institución rectora en materia de género por lo que no podíamos tomar otra postura que la de identificar nuestras brechas y ponernos manos a la obra para implementar la Norma NCh 3262.
El proceso de implantación fue liderado por un comité de género conformado por 18 personas de distintas áreas del ministerio, donde se realizó un diagnóstico de brechas de género y un plan de acción para su correcto abordaje.
Destacaría medidas como la política de igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal; el procedimiento para la prevención, abordaje, derivación y seguimiento de la violencia intrafamiliar y contra las mujeres; el procedimiento de tratamiento de reclamos relativos a situaciones no equitativas o discriminatorias; el plan de salud integral “Siempre Vitales”; y las nuevas medidas de conciliación generadas (días de teletrabajo y medidas orientadas a generar resguardo o apoyo a víctimas de violencia intrafamiliar). Además, se integró el enfoque de género en todos los procedimientos que la norma aborda, y se elaboró un plan comunicacional y de capacitación.
También quiero destacar el compromiso de todas las personas del Ministerio que de forma entusiasta participaron de las actividades, revisaron la información y se preocuparon por estar al tanto de las acciones; lo que quedó demostrado en los excelentes resultados obtenidos.
"Lograr el cambio cultural que tanto necesitamos sobre la temática de género es una responsabilidad de todos los actores de la sociedad"
¿Qué beneficios reporta esta certificación?, ¿cómo animaría a organizaciones, públicas y privadas, a certificarse?
El sistema de gestión que propone la Norma NCh 3262 implica un conjunto de procedimientos y prácticas de gestión organizacional. Su fin es alcanzar una transformación cultural en aras de reducir las brechas de género e incorporar acciones que favorezcan la conciliación y corresponsabilidad en dichas organizaciones.
Como he comentado, la norma acelera el paso para que la igualdad de género se instale en el ADN de la organización, con beneficios inmediatos relacionados con el buen clima, aumento del compromiso y también con impacto positivo en la productividad, lo que ha sido refrendado por diversos estudios internacionales. Además, la organización puede realizar un seguimiento de los cambios, medir los resultados y realizar los ajustes necesarios para avanzar sostenidamente.
Lograr el cambio cultural que tanto necesitamos sobre la temática de género es una responsabilidad de todos los actores de la sociedad. Por ello, seguiremos instando a que más organizaciones, tanto públicas como privadas, adopten la norma para que puedan generar importantes cambios internos que les permitan gozar de los beneficios que reporta esta certificación.
¿Qué espera una entidad como su Ministerio de una organización certificadora como AENOR?
La labor de una organización certificadora es evaluar si un producto, proceso o servicio cumple con requisitos y normas específicas que respaldan su calidad. Y lo que esperamos es que eso ocurra de manera objetiva, transparente, confiable, con competencia técnica y empatía.
Y así exactamente fue nuestra experiencia con AENOR, cuyos profesionales realizaron un trabajo muy trasparente y profesional, favoreciendo siempre la comprensión de todas las personas involucradas en este proceso e, incluso, desafiándonos a ir más allá.
"Hay que fortalecer la acción del estado para que incorpore el enfoque de género de manera transversal en las políticas y acciones, y que cada Servicio contribuya a impulsar la igualdad de género"
En los últimos 20 años ha habido muchos avances, en todo el mundo, en materia de Igualdad. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, ¿cuáles considera a su juicio que son las cuestiones prioritarias para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos?
Aún persisten brechas de género que afectan a las mujeres en el ejercicio de sus derechos y el logro de sus autonomías. La pandemia generó un importante retroceso en la participación laboral de las mujeres, significó un aumento en la violencia contra ellas, un aumento de la carga del cuidado, por mencionar algunos aspectos.
Desde el Ministerio hemos desarrollado alianzas público-privadas y diversas iniciativas para enfrentar esta situación, como medidas inmediatas para la recuperación económica, guías y refuerzo de los mecanismos para la prevención de la violencia.
Es imprescindible el cambio cultural para que ninguna mujer sufra ningún tipo de discriminación que afecte sus posibilidades de desarrollo; y que todas las personas, independiente de si son mujeres u hombres, puedan desarrollarse tanto en el espacio público como privado. Necesitamos avanzar hacia la corresponsabilidad, de modo que exista un reparto equitativo en los roles de cuidado, que la maternidad no sea un castigo e inhiba la inserción y permanencia de las mujeres en el mercado de trabajo o en la sostenibilidad de los emprendimientos.
Asimismo, hay que fortalecer la acción del estado para que incorpore el enfoque de género de manera transversal en las políticas y acciones, y que cada Servicio contribuya a impulsar la igualdad de género. Para ello seguiremos potenciando las herramientas que tenemos como ministerio, para avanzar en este ámbito.
Bio
Mónica Zalaquett es Ministra de la Mujer y la Equidad de Género desde junio de 2020, liderando la agenda de género del gobierno. Anteriormente desempeñó en cargo de Subsecretaria de Turismo en 2018 en el gobierno del Presidente Sebastian Piñera.
Entre 2010 y 2014 fue diputada de la República por el distrito 20 (Cerrillos, Estación Central y Maipú), período durante el cual presidió las comisiones de Familia, Turismo y Economía; y fue miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores.
Mónica Zalaquett es licenciada en Periodismo por la Universidad de Los Andes y en Ciencias Políticas por la Universidad del Desarrollo. Además, es diplomada en Gestión de Campañas políticas por la American University de Washington y ha realizado cursos de Marketing y Comunicación en Nueva York y Rotterdam.