"Los consejeros dominicales trasladamos el conocimiento sobre los sectores y sus necesidades"

Como en cualquier Consejo de Administración, se busca la combinación adecuada entre el conocimiento técnico sobre certificación, que lo aporta la plantilla, el conocimiento sobre los sectores más afectados por la certificación, que lo aportaríamos los consejeros dominicales, y una visión de economía general, que la aportarían los consejeros independientes.

Parece que la oportuna combinación de esos tres conocimientos puede enriquecer la gestión de AENOR. En el caso de los consejeros dominicales, que representamos una amplia variedad de sectores, trasladamos el conocimiento de los mismos y las necesidades que tienen en términos de evaluación de la calidad.

Desde la confidencialidad dentro del Consejo, y el respeto a la legislación mercantil y a la de competencia, tratamos de casar, de la mejor forma posible, las necesidades de futuro de AENOR con las de la industria y la economía de España. En definitiva, se trata de reforzar el sistema nacional de calidad, impulsado por el Ministerio de Industria, del que AENOR, como parte del Grupo UNE, forma parte.

Tras la separación jurídica, funcional y contable entre UNE y AENOR, ambas entidades, pero, en este caso nos referiremos a AENOR, han desarrollado mecanismos de gobernanza que tratan de mejorar día a día el buen gobierno corporativo de la entidad. Desde un Código Ético, desde normas de designación de consejeros, hasta normas de prevención del fraude y blanqueo de capitales o la Comisión de Imparcialidad, que me honro en presidir.

Todas ellas van conformando un cuerpo jurídico interno que garantiza a todos, dentro y fuera de AENOR, que los mecanismos de decisión y de ejecución de las decisiones son correctos. En la Comisión de Imparcialidad, y con la participación de cerca de 25 entidades diferentes afectadas por la certificación de AENOR, se comprueban todas las reclamaciones que la entidad recibe, su resolución y su conformidad con las auditorías de ENAC en cada referencial que AENOR certifica, tanto en productos, sistemas de gestión o certificación de personas.

Esta Comisión, formada solo por miembros del Consejo de Administración de AENOR, revisa la formulación de cuentas o las previsiones contables que el equipo financiero de AENOR presenta a través de su Director General, y las informa y eleva al pleno del Consejo para su debate y aprobación, en su caso.

Puede parecer un trámite más, pero debe recordarse que los Consejeros tienen responsabilidad personal sobre las cuentas que firman para su depósito en el Registro Mercantil; por lo que, tanto en beneficio del buen gobierno de AENOR y su desarrollo, como por aportar la diligencia mercantil oportuna, es una labor de alta responsabilidad.

Entiendo que tanto normalización, como certificación de la conformidad a norma, como la vigilancia de mercado oficial sobre el cumplimiento de la legislación de la Unión europea, son herramientas esenciales no sólo para elevar los niveles de calidad en general en los ámbitos económicos y sociales de España; sino que también consolidan un tejido industrial que España necesita que crezca para equipararse a los niveles de otros países y para reforzar su economía y su empleo.