"Ponemos todos los medios para garantizar la seguridad y la salud de nuestras personas"

La evolución de la prevención en el sector alimentario no es diferente a otros sectores. No ha parado de crecer en los últimos 25 años y hemos pasado de realizar acciones aisladas, donde los recursos eran escasos, a disponer hoy en día de planes de prevención integrados en el sistema de gestión de las empresas con departamentos exclusivos dedicados a la Seguridad y Salud Laboral. Es decir, hemos pasado de un modelo reactivo a un modelo básicamente proactivo.

Uno de los grandes retos para el futuro, pero que realmente es un presente, es la inclusión de la Prevención de Riesgos Laborales como una línea estratégica más dentro del modelo de negocio de las organizaciones.

La gestión en una organización como la nuestra no es tarea fácil, ya que contamos con diferentes empresas, en diferentes países y con actividades diversas. De esta manera, tenemos desde plantas de producción y empresas distribuidoras tanto en el ámbito nacional como en el internacional en países como Argelia, Portugal, Francia, Reino Unido, hasta una fábrica de impresión de bobinas o una granja de gallinas ponedoras.

En estos momentos la compañía está inmersa en un proceso de cambio en la gestión. Por eso, hemos centralizado el control y la supervisión de todas las empresas del “holding” a través de un servicio de prevención mancomunado entre nuestras plantas de producción, donde asumimos las especialidades de Seguridad, Higiene y Ergonomía y Psicosociología, y donde la Vigilancia de la Salud está subcontratada con un Servicio de Prevención Ajeno.

Lo que tenemos claro es que lo primero para nosotros es la seguridad y la salud de nuestros trabajadores. Para conseguirlo ponemos todos los medios para garantizarla en todas nuestras empresas, independientemente del país donde se encuentren.

En muchísimas pymes no son conscientes de en qué medida la Prevención de Riesgos Laborales es útil para ellas, lo ven como un coste añadido y no como una inversión. Lo cierto es que aplicar políticas de prevención y de promoción de la salud en las empresas haría que fueran mucho más competitivas, más sostenibles y, por lo tanto, más rentables.

Evidentemente, el papel que juega es muy importante ya que implementar un sistema de gestión en seguridad y salud en el trabajo, bajo el estándar OHSAS 18001, nos ha permitido optimizar los procesos, mejorar en la gestión de los riesgos, unificar criterios y, en definitiva, poder integrar la prevención en toda la organización.

La norma internacional ISO 45001 aumenta las exigencias en materia de seguridad y salud en el trabajo y, por tanto, tenemos que preparar a la organización para ello.

En estos momentos estamos en la fase de diagnóstico y de adecuación de la documentación para posteriormente presentar a la dirección la norma. Es esencial que sepan y conozcan lo que supone para la compañía esta certificación que nos va a ayudar en la mejora de nuestros procesos, en el perfeccionamiento continuo del sistema de gestión, en la coordinación entre departamentos y, sobre todo, en aumentar la cultura de seguridad y salud en la empresa.

Nuestro objetivo a la hora de abordar este proyecto fue querer ir más allá del mero cumplimiento legal. Como compañía, queríamos y nos sentíamos con la necesidad de ofrecer un valor añadido a las personas que forman parte de ella.

Lo primero que hicimos fue incluir en nuestra Política de Prevención de riesgos laborales y en nuestro Plan de Prevención, una Política de Promoción de Salud en el trabajo (PST). A continuación, creamos un grupo de trabajo multidisciplinar, formado por personal de diferentes áreas y con representación de los trabajadores. A partir de ahí, analizamos diferentes datos (indicadores) para localizar problemas y, con esta información, empezamos a realizar campañas y acciones para poder reducir o eliminar los problemas detectados. Es fundamental poder medir, ya que si no puedo medir no puedo mejorar.

En definitiva, trabajamos para mejorar el bienestar físico, psicosocial y de salud de nuestros trabajadores y, al mismo tiempo, involucrar a la sociedad para que vaya en la misma dirección.

Una de las áreas estratégicas de actuación de Vicky Foods es el fomento de hábitos saludables entre nuestros empleados. Y para llevarlo a cabo, contamos, por ejemplo, en nuestro equipo con una nutricionista que los atiende y que elabora los menús de nuestros comedores. En este mismo sentido, a lo largo del año desarrollamos diferentes talleres sobre hábitos de vida y alimentación saludables.

Por otro lado, también ponemos el foco en el patrocinio de actividades deportivas como la carrera de la mujer que este año 2020 llevará como nombre “Cursa de la Dona Vicky Foods”; tenemos acuerdos en gimnasios en la zona y, además, nuestros trabajadores han formado grupos de running y realizan caminatas y salidas en bicicleta junto a amigos y familiares.

Asimismo, una de nuestras prioridades es fomentar la conciliación familiar. Para ello contamos con un horario flexible, disponemos de jornadas intensivas en verano y hemos puesto en marcha nuestro “Campus Dulcesol” que el pasado mes de agosto celebró su II edición.

Se trata de una iniciativa orientada a promover hábitos de vida saludables entre los más jóvenes, muchos de ellos hijos de empleados pero también vecinos de la zona, a través de la práctica del deporte y de una alimentación adecuada. Este campus tiene, además, un carácter solidario. Este año, por ejemplo, se firmó un acuerdo de colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia, AECC Valencia, por el que donábamos de manera íntegra a esta entidad todo el dinero recaudado con las inscripciones y destinado a actividades de prevención, apoyo y acompañamiento a pacientes y familiares, y fomento de la investigación para avanzar en la lucha contra el cáncer.

Conviven de una forma totalmente paralela e integrada, ya que queremos una empresa segura y saludable al mismo tiempo, y es la única forma de conseguir el bienestar integral que estamos buscando.

Desde Vicky Foods queremos crear un “estilo de vida” propio, en primer lugar, por nuestros trabajadores y, en segundo lugar, porque queremos dotar de valor a la empresa y hacerla más sostenible. Para nosotros es la clave para poder retener y atraer el talento.

El perfil del profesional hoy en día es alto. Debemos tener en cuenta que deben contar con unos estudios universitarios y un máster para poder ejercer como técnico Superior en PRL. Esto ya indica que estamos hablando de personas plenamente formadas.

En cuanto a la evolución, ahora mismo el perfil del técnico es mucho más especializado que antes. Así, hemos pasado de técnicos más generalistas debido a la falta de recursos, a contar con varios técnicos en un mismo departamento que se pueden ir especializando en áreas más concretas.

Lo primero que debemos hacer es identificar los riesgos. Una vez identificados, contamos con la planificación de la actividad preventiva que debe estar integrada en todas las actividades de la empresa, debe implicar a todos los niveles jerárquicos de la organización, debe formar e informar a los trabadores sobre los riesgos a los que están expuestos y debe confeccionar procedimientos para el control de los riesgos. A modo de resumen, el objetivo es controlar y eliminar, o reducirlos a su mínima expresión.

Evidentemente que sea objetiva y crítica, ya que así nos ayuda a mejorar. Necesitamos que muchas veces nos marquen el camino que hay que seguir. No queremos simplemente que nos certifique nuestro sistema de gestión, sino que, queremos, además, que nos aporte y traslade sus conocimientos y experiencias adquiridas en otras empresas; es decir, que nos enriquezca de conocimientos, en la búsqueda de la mejora continua de todos nuestros procesos.