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Marcar la confianza en el sector de la iluminación

La globalización del sector de la iluminación y la revolución tecnológica que ha experimentado en los últimos años ha traído consigo muchos retos. Así, muchos fabricantes han tenido que dar respuesta a esta situación marcada por mercados liberalizados y una fuerte internacionalización. En este escenario, AENOR se convierte en un partner que proporciona el apoyo necesario a través de certificaciones como la Marca N, ENEC, ENEC+ y CB que aumentan la competitividad de las empresas.

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Etiquetas: Construcción

"Las Marcas N y ENEC expresan el compromiso con la calidad"

Para el Director Técnico de ANFALUM, la mejor forma de impulsar la calidad en el sector es a través de la certificación voluntaria, como las Marcas N y ENEC. Alumbrado inteligente, iluminación centrada en el ser humano (human centric lighting) o economía circular son algunos de los retos del sector que analiza en esta entrevista.

Experiencia

Certificar la diferencia

Jesús Fernández
Responsable de Calidad
Electrozemper

Para Electrozemper contar con la certificación Marca AENOR N y ENEC aporta una serie importante de ventajas en diferentes aspectos.

Experiencia

Pasaporte a nuevos mercados

Juan José González
Director Industrial y de Calidad
ELT

Desde nuestra fundación en 1975 hemos orientado toda la actividad de ELT – Especialidades Luminotécnicas a la satisfacción de las necesidades de nuestros clientes, y consideramos que posicionarse como una empresa comprometida con la calidad de su producto es la mejor manera de conseguirlo.

Experiencia

Certificados con reconocimiento internacional

Israel Calvo
Laboratory Manager
Signify Valladolid

Signify es líder mundial en iluminación y servicios asociados, y cuenta con una fábrica en España que produce luminarias que se venden en todo el mundo.

Guillermo del Amo
Dirección de Operaciones de Conformidad
AENOR

El sector de la iluminación ha experimentado en los últimos 15 años una revolución tecnológica global, sobre todo por la incorporación de la tecnología led como fuente luminosa, que ha traído consigo la aparición de múltiples posibilidades de control de la iluminación en cuanto a flujos luminosos y tonos o colores de la luz. Por todo ello, ahora la iluminación es más inteligente.

 

En consecuencia, asistimos a una sofisticación cada vez mayor en las luminarias, sus lámparas y fuentes luminosas, y los componentes asociados a ellas, hasta tal punto que, por ejemplo, una luminaria se compone de un gran número de dispositivos electrónicos. Entre ellos, el más novedoso es el driver o control electrónico para módulos led, sin el que no es posible alimentar (ni controlar en su caso) dicho módulo que, en definitiva, es el componente que irradia la luz. En este sentido, las bombillas led actuales son dispositivos más electrónicos que puramente eléctricos, como eran las bombillas de incandescencia. Conceptos como la seguridad fotobiológica, que antes existían pero no tenían demasiado relieve, ahora han cobrado protagonismo con la tecnología led, siempre procurando que un avance tecnológico no suponga algún peligro para las personas y otros organismos vivos.

 

No es el objetivo de este artículo entrar al detalle de las posibilidades de iluminación que hoy en día permite la tecnología led, muy versátil. Pero sí cabe destacar que es relativamente fácil controlar el nivel de iluminación de una zona determinada y conseguir una reproducción cromática muy fidedigna gracias a la variedad de temperaturas de color (tono de la luz; blanco cálido, neutro y frío) que se pueden lograr.

En el ámbito europeo actualmente existen cerca de 10.000 certificados en vigor con la Marca ENEC y casi 100 con ENEC+

El valor de la certificación

Foto: ELT

Asimismo, el sector de la iluminación está muy estandarizado en el ámbito mundial, de manera que prácticamente las mismas normas internacionales IEC de la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) y las europeas EN del Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC) que cubren los productos de iluminación se emplean en todos los países, siendo mutuamente reconocidas sin prácticamente particularidades nacionales. Y en este marco, juegan un papel muy importante las certificaciones internacionales que cubren actualmente la mayor parte de esos productos.

Se trata de las Marcas ENEC y ENEC+ en Europa, bajo normas EN; y el procedimiento (esquema) CB en el escenario internacional según normas IEC. En el ámbito organizativo, las certificaciones europeas ENEC y ENEC+ funcionan bajo el sistema ETICS y las CB bajo el IECEE, fruto de acuerdos, con un consenso muy amplio, en los que participa AENOR.

 

Estas conformidades implican un nivel de calidad alto y en excelencia. Por ello aportan un gran valor añadido a los productos que cubren, permitiendo un comercio mundial de confianza y siendo por ello cada vez más prescritas en todo tipo de especificaciones técnicas y económicas como garantía válida. Ensayos rigurosos en laboratorios de probada competencia y eficacia, e inspecciones periódicas a las fábricas que deben contar con procedimientos de aseguramiento de la calidad basados en la Norma ISO 9001, son los dos pilares en que se sustentan esas conformidades. Esto es, ENEC y ENEC+, ensayos de tipo con normas completas e inspecciones periódicas con tomas de muestras; y CB ensayos de tipo con normas completas.

 

Las certificaciones ENEC y ENEC+ son marcas de producto, como la Marca AENOR N. ENEC incluye aspectos de seguridad eléctrica, como por ejemplo los aislamientos, y ENEC+ el funcionamiento y las prestaciones, como la reproducción de los colores, la distribución de la luz de una luminaria o la duración manteniendo el flujo luminoso.

 

Por su parte, las certificaciones CB abarcan la seguridad eléctrica, pudiendo cubrir aspectos de funcionamiento y compatibilidad electromagnética, frente a perturbaciones que puedan llegar al producto o que pueda emitir. Son, en definitiva y según la Norma ISO/IEC 17067 que regula las certificaciones, certificados tipo 5 (ENEC y ENEC+) y 1a (CB).

 

Las Marcas ENEC y ENEC+ tienen unos requisitos muy parecidos a los de la Marca AENOR N, pero aún más exigentes. Y lo mismo pasa con las marcas nacionales de otros países europeos, de manera que cubren los de todas ellas y ha permitido desde principios de los años 90 que exista una marca única en Europa, la ENEC, y desde 2014 la ENEC+. Debido a los requisitos de la Marca ENEC, en AENOR una vez concedida esta se otorga también la Marca N.

 

Antes de la Marca ENEC, para vender en otro país europeo con las mismas condiciones, los fabricantes necesitaban obtener una marca nacional similar a la Marca AENOR N. Esto implicaba un importante coste para la obtención de esa marca nacional y un periodo de tiempo comparable al de obtención de la Marca N para, en definitiva, dar conformidad a requisitos muy parecidos, salvo por normativa sólo nacional. Con el fin de facilitar la validación de las certificaciones nacionales, surgió la certificación NTR (Notification of Test Results) dentro de los acuerdos europeos basados en normas europeas EN: CENELEC Certification Agreement (CCA). De esta forma, de acuerdo a las normas EN y las mismas inspecciones de fábrica de común aceptación en todos los países europeos, los fabricantes podían obtener dichas marcas nacionales sin tener que empezar procesos de certificación por separado. Este esquema funcionó bien y permitió llegar poco después a la Marca ENEC, quedando en buena parte superada la NTR. AENOR se sumó a esas marcas europeas también en los años 90, de manera que ha recorrido toda su andadura hasta ahora, participando y experimentado todos los cambios acontecidos.

Las certificaciones CB abarcan la seguridad eléctrica, pudiendo cubrir aspectos de funcionamiento y compatibilidad electromagnética, frente a perturbaciones que puedan llegar al producto o que pueda emitir

La actividad de AENOR

La actividad de AENOR

Todas estas marcas y la certificación NTR se gestionan en AENOR a través de un Comité Técnico de Certificación, el CTC-007, que funciona desde 1988 siendo uno de los comités más antiguos y con mucha actividad certificadora. La secretaría del CTC-007 la desempeña la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (ANFALUM) y su operativa diaria juega un papel clave AENOR y el Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia (LCOE). En el CTC-007 participan actualmente fabricantes, Administraciones públicas, entes que representan a consumidores y usuarios, expertos en normalización y representantes de AENOR y ANFALUM. Asimismo, ANFALUM desarrolla una eficaz labor de vigilancia de mercado periódica en colaboración con LCOE.

AENOR cuenta con acreditación de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para la emisión de certificados con Marca ENEC y N de producto y se encuentra en proceso de tramitación para ENEC+. Por su parte, los certificados CB suman excelencia a los certificados de conformidad que emiten los certificadores nacionales, ya que incluyen aún más requisitos. Estas certificaciones se basan en ensayos según las normas de aplicación a cada producto y suelen requerir que los componentes críticos de un producto, sobre todo eléctricos o electrónicos, dispongan a su vez de una certificación tipo CB o de grado superior (ENEC, HAR o marca nacional). Existen certificados CB desde hace más de 35 años. AENOR se sumó a estas certificaciones en 1996.

AENOR dispone en vigor de 171 certificados ENEC y 175 certificados Marca AENOR N de producto asociados (con 1 NTR) emitidos a 18 empresas; y 13 certificados ENEC+ emitidos a tres empresas. Asimismo, tiene en vigor 167 certificados CB de seguridad eléctrica emitidos a 25 empresas a los que hay que sumar certificados de conformidad y CB de compatibilidad electromagnética.

Para dar una idea de la magnitud de producto certificado en iluminación a fecha de hoy, AENOR dispone en vigor de 171 certificados ENEC y 175 certificados Marca AENOR N de producto asociados (con 1 NTR) emitidos a 18 empresas; y 13 certificados ENEC+ emitidos a tres empresas. Asimismo, tiene en vigor 167 certificados CB de seguridad eléctrica emitidos a 25 empresas a los que hay que sumar certificados de conformidad y CB de compatibilidad electromagnética.

 

La alta estandarización del sector a la que se hacía mención anteriormente, junto con certificaciones de alta calidad, han permitido a muchos fabricantes responder con éxito, generando confianza, a la globalización actual con mercados liberalizados y una fuerte internacionalización. En este escenario, AENOR se dibuja como el partner que proporciona el apoyo necesario. Y es que, las certificaciones ENEC, ENEC+ y CB aumentan la competitividad de las empresas que disponen de ellas.

 

Fuera de nuestras fronteras el producto de iluminación certificado tiene un gran peso. Así, en el ámbito europeo actualmente existen cerca de 10.000 certificados en vigor con la Marca ENEC y casi 100 con ENEC+. En el mundo, aproximadamente el 8 % de los certificados tipo CB de seguridad eléctrica y de compatibilidad electromagnética emitidos y en vigor son de productos de iluminación. Como datos de referencia en este marco, AENOR participa con 170 certificados en 54 países en la emisión y reconocimiento de certificados CB. Y es que, como en todos los sectores en los que trabaja, AENOR siempre está al servicio de la sociedad; en España, en Europa y en el resto del mundo.

"Las Marcas N y ENEC expresan el compromiso con la calidad"

Ricardo Pomatta
Director Técnico
Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (ANFALUM)

Para el Director Técnico de ANFALUM, la mejor forma de impulsar la calidad en el sector es a través de la certificación voluntaria, como las Marcas N y ENEC. Alumbrado inteligente, iluminación centrada en el ser humano (human centric lighting) o economía circular son algunos de los retos del sector que analiza en esta entrevista.

¿Cómo influyen en el sector las políticas de calidad?

Las políticas de calidad nos ayudan a transmitir a nuestros asociados que es necesario cumplir con la normativa y las directivas que afectan a sus productos. Muchas de las empresas que forman parte de ANFALUM han apostado por la certificación Marca N o Marca ENEC como muestra del compromiso del sector con ofrecer un producto de calidad para el consumidor, tanto profesional como doméstico.

¿Qué papel tiene la certificación como impulso de la competitividad del sector?

En mi opinión, no hay mejor forma de impulsar la calidad que con una certificación voluntaria, que es lo remarcable de las Marcas N y ENEC; y como decía antes muchas empresas han apostado por estos certificados. Esto significa que el trabajo realizado en este sentido desde el sector para fomentar e impulsar la calidad a través de inspecciones y evaluaciones externas está dando sus frutos. Es algo arriesgado y a la vez motivador porque da a entender que se están haciendo las cosas bien.

¿Cuáles son los principales retos del sector para los próximos años?

La aparición de la tecnología led ha revolucionado completamente el mundo del alumbrado introduciendo el smart lighting. Ahora no solo se exige calidad al producto sino a la instalación y, además, poniendo el foco en el ser humano y sus necesidades lumínicas diarias. Esto implica cuatro retos fundamentales en este sentido. Primero introducir la tecnología led en las instalaciones y segundo abordar el alumbrado inteligente. En tercer lugar, se encuentra lo que denominamos human centric lighting: si somos capaces de basar el alumbrado en el ser humano mejoraremos su calidad de vida. Y el cuarto lo constituye la economía circular.

 

La digitalización es un reto global que también abordamos desde ANFALUM en el grupo de trabajo Tendencias en conectividad, donde se pone el foco en aspectos como IoT o big data porque las luminarias serán puntos de conexión de estos nuevos sistemas que van a ayudar tanto al tráfico, convivencia y movilidad de las ciudades. Asimismo, hay que mencionar la vigilancia de mercado, aspecto en el que llevamos trabajando muchos años y donde invertimos gran cantidad de recursos humanos y económicos. Se trata de un aspecto fundamental, no solo para nuestros asociados y el sector, sino para garantizar la seguridad. Y, por último, aunque la industria española de iluminación está muy bien considerada fuera de nuestras fronteras, debemos seguir trabajando para impulsar la exportación del producto nacional porque muchas de nuestras empresas han crecido a partir de esta actividad.

¿Cómo puede la certificación ayudar a afrontar esos retos?

La certificación aporta confianza a los clientes finales e intermediarios. Un producto certificado implica que una empresa externa, como AENOR, verifica que la calidad y los requisitos que figuran en su ficha técnica realmente se cumplen. Y las Marcas N y ENEC son un pasaporte de calidad y confianza.

 

En cuanto a la vigilancia de mercado, la certificación facilita el trabajo de los mystery shopper que evitan adquirir productos con Marcas N o ENEC y ponen el foco en otros para realizar las campañas de evaluación de la calidad. Desde ANFALUM apostamos fuertemente por la certificación porque creemos que es una herramienta para demostrar la calidad de los productos a través de una evaluación voluntaria, que constituye la máxima expresión del compromiso con la calidad.

Experiencia

Certificar la diferencia

Jesús Fernández
Responsable de Calidad
Electrozemper

Para Electrozemper contar con la certificación Marca AENOR N y ENEC aporta una serie importante de ventajas en diferentes aspectos. En primer lugar, garantiza que nuestros productos, procesos de diseño, fabricación y verificación están lo suficientemente desarrollados y operativos como para poder cumplir los exigentes estándares marcados por la norma de aplicación, en nuestro caso la UNE-EN 60598-2-22.

 

Asimismo, obliga a la organización a abrir un proceso de reflexión importante, donde tanto el diseño y producción, como los operarios y procesos se estandarizan con el objetivo de alcanzar la calidad total en todos los productos que se desarrollan. Las auditorías anuales de revisión del cumplimiento de dichos esquemas ayudan también al desarrollo de todos los puntos citados y, sobre todo, a concienciar y mejorar en la totalidad de los estamentos de la compañía en dichos objetivos, tanto para el producto nacional como internacional.

 

Por otra parte, facilita enormemente a un fabricante con proyección internacional, como Electrozemper, la obtención de certificaciones de calidad de producto de otras entidades de certificación europeas, ya que reduce tanto tiempo como pruebas, y el coste de las mismas. Esta ventaja se puede aplicar en cierta medida a certificaciones fuera de Europa, ya que tener un producto certificado aporta un grado de confianza extra al cliente internacional y reduce, igualmente, tiempo y ensayos al disponer de certificaciones que en parte o en su totalidad cumplen con los criterios internacionales a los que la organización aspira.

 

Por último, hay que subrayar que aporta un plus de calidad al producto. Al ser una certificación de carácter voluntario se convierte en una ventaja interesante, ya que en un mercado tan competitivo como el actual, siempre que el producto esté situado en una horquilla competitiva de precio, incrementa la posibilidad de que el consumidor opte por un producto, que en igual de condiciones económicas y prestaciones, destaca por ese plus de seguridad al disponer de un certificado.

Experiencia

Pasaporte a nuevos mercados

Juan José González
Director Industrial y de Calidad
ELT

Desde nuestra fundación en 1975 hemos orientado toda la actividad de ELT – Especialidades Luminotécnicas a la satisfacción de las necesidades de nuestros clientes, y consideramos que posicionarse como una empresa comprometida con la calidad de su producto es la mejor manera de conseguirlo.

 

En el actual entorno tremendamente competitivo del sector de la iluminación no es suficiente con que el diseño de un producto cumpla toda la reglamentación vigente, sino que se hace imprescindible garantizar la conformidad de cada unidad fabricada que se pone en el mercado. En este sentido, en ELT estamos convencidos del valor añadido que aportan las certificaciones de la Marca AENOR N y la Marca ENEC a nuestros productos, ya que no se limitan a una mera comprobación inicial de que una unidad tipo cumple las normativas de seguridad (al final de la fase de diseño y antes del lanzamiento del producto), sino que también requieren el cumplimiento de los estándares de funcionamiento del producto.

 

Creemos firmemente que la gran diferencia competitiva que tiene para nuestros productos obtener las Marcas N y ENEC, radica en la exigencia de que cada unidad individual supere los ensayos establecidos en el reglamento particular de la marca; así como en los ensayos de seguimiento que un laboratorio independiente acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) realiza a las muestras aleatorias tomadas por los auditores de AENOR en las visitas de seguimiento periódico.

 

Nuestra experiencia atestigua que un producto con Marca N y ENEC genera un alto grado de confianza, tanto en los clientes como en la Administración pública. Además, al ser ENEC una marca de certificación común para todo el sector de la iluminación en Europa, disponer de ella facilita la entrada en otros mercados a empresas que, como ELT, tienen una clara vocación exportadora.

Experiencia

Certificados con reconocimiento internacional

Israel Calvo
Laboratory Manager
Signify Valladolid

Signify es líder mundial en iluminación y servicios asociados, y cuenta con una fábrica en España que produce luminarias que se venden en todo el mundo. Dar servicio a todas las regiones del mundo -y a cada uno de sus países con su propia especificidad- es un reto logístico, de diseño de producto y de fabricación, pero muy especialmente es necesario sortear las barreras regulatorias locales y demostrar un alto nivel de calidad y seguridad en nuestras luminarias.

 

Contar con los certificados de AENOR Marca N, CB, ENEC y ENEC+ nos permite acceder a todos los mercados europeos y, en muchos casos, a otras regiones del mundo donde estos certificados son reconocidos inmediatamente. En otras ocasiones, un certificado CB es el primer paso -y el más importante- para completar el proceso de certificación o aprobación en otros países, como Australia o Nueva Zelanda, por ejemplo.

 

La política interna de Signify establece que ninguna luminaria nueva puede salir al mercado sin contar con estos certificados. Y todos ellos han de mantenerse actualizados cada vez que la luminaria cambia o añade componentes críticos durante su ciclo de vida. Una circunstancia muy habitual.

 

El mercado está derivando a toda velocidad hacia unos estándares más exigentes en seguridad y calidad y, cada vez más, sólo acepta luminarias certificadas con los informes de ensayo plenamente actualizados que justifiquen que todo está en perfecto orden. En la mayoría de los concursos más importantes en todo el mundo tener o no tener los certificados marca la diferencia entre estar dentro o estar fuera.

 

Queda claro que la actividad de certificación no es solo importante; es crítica en el proceso de negocio de Signify. Y contar con AENOR, que toma en cuenta nuestras muy a menudo urgentes necesidades, es un valor que nos permite considerarle un verdadero partner.

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