Mayrata Conesa
Mánager de Compliance y Buen Gobierno
AENOR
El trabajo que AENOR viene realizando en relación con los modelos de prevención de delitos arrancó en 2016 con la publicación de un esquema propio que, teniendo en cuenta lo dispuesto en el artículo 31 bis del Código Penal y los elementos básicos de los sistemas de gestión, ofrecía a las organizaciones una solución certificable en la materia.
En 2017, la Asociación Española de Normalización, UNE, publicó una norma a este respecto, la UNE 19601. Así, la mayoría de las organizaciones evolucionaron para implantar y certificar su sistema de gestión de Compliance Penal de acuerdo con este estándar nacional, que tan bien se ajusta a lo requerido por el Código Penal español.
Ahora, AENOR ha conseguido la acreditación de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) para la certificación de acuerdo con la Norma UNE 19601 de sistemas de gestión de Compliance Penal, lo que implica un importante respaldo a toda esta labor llevada a cabo en este campo, que se materializa en 180 organizaciones certificadas según esta norma.
Y es que, la auditoría externa de certificación del modelo de prevención de delitos realizada por un tercero independiente, experto y de prestigio como AENOR, es una de las maneras más fiables, eficaces y transparentes de dar respuesta a estos requisitos y de evidenciar el compromiso explícito y público de la organización y sus líderes con la cultura de cumplimiento.
La certificación de Compliance Penal es una de las soluciones que integran la Plataforma de Confianza: “Escalar los valores corporativos”. En ella se incluyen todas las soluciones de AENOR relacionadas con Compliance, tanto las que dan respuesta a materias específicas, como es el caso de compliance penal, tributario y antisoborno; como de forma transversal a través de sistemas de gestión de compliance.
Soluciones de la Plataforma de Confianza: "Escalar los valores corporativos"
Formación:
Publicaciones:
Atenuante de responsabilidad penal
En estos cinco años desde la publicación de la Norma UNE 19601, desde AENOR hemos tenido la oportunidad de conocer y ver evolucionar muchos modelos de Compliance penal, y eso nos ha permitido poder hacer algunas consideraciones sobre cuáles son las notas que marcan la diferencia de estos sistemas de gestión.
Por un lado, tal y como prevé el artículo 31 bis del Código Penal, que una organización disponga de un modelo de prevencion de delitos puede ser la base de la exención o atenuación de la responsabilidad penal de la persona jurídica. Esto implica que los sistemas de gestión de Compliance penal, y su certificación, pueden adquirir un papel relevante en un proceso penal, con las derivaciones que eso puede conllevar para todos los agentes que intervienen en ese proceso.
Por otro lado, en un sistema de gestión de Compliance penal, y consecuentemente en su certificación, adquiere un rol relevante el órgano de gobierno, no habitual en otros sistemas de gestión. Eso, junto con la necesaria intervención de otras áreas que tampoco participaban en otros sistemas de gestión (tales como contabilidad, tesorería o administración, por ejemplo) y con los requerimientos de cultura que incluye la norma, implica el protagonismo de todos los miembros de la organización.
Sumar valor con la acreditación
Si desde AENOR siempre se ha apostado por los esquemas acreditados, en el caso de Compliance penal se consideró una decisión estratégica la obtención de esta acreditación para aportar un mayor valor y dotar de un elemento más de fuerza a nuestra certificación.
Como ya indicó en su momento la Circular de la Fiscalía General del Estado 1/2016, “las certificaciones sobre la idoneidad del modelo expedidas por empresas, corporaciones o asociaciones evaluadoras y certificadoras de cumplimiento de obligaciones, mediante las que se manifiesta que un modelo cumple las condiciones y requisitos legales, podrán apreciarse como un elemento adicional más de su observancia”.
Además, si esa certificación se encuentra acreditada por ENAC, como es el caso ahora de AENOR, se dota de un mayor valor a ese elemento adicional.
Y desde ese punto de vista hemos abordado el proceso de acreditación con ENAC. Ha ha sido exhaustivo, riguroso e intenso y nos ha permitido obtener la validación de nuestra forma de trabajo, así como identificar oportunidades de mejora que nos están ayudando a seguir evolucionando.
Cuatro aspectos clave
Las principales conclusiones que hemos podido obtener, tras haber cerrado con éxito el proceso y haber obtenido la acreditación, son las siguientes:
- Por las características de esta certificación, cobra especial relevancia el nivel de intensidad con que se han de realizar estas auditorías. Especialmente, la importancia de poder dar conformidad del cumplimiento de todos los requisitos de la Norma UNE 19601 con la adecuada solvencia.
- No hay que olvidar que el informe de auditoría puede acabar siendo casi un informe pericial si se aporta en un proceso penal. Por ello, es fundamental que su contenido no genere dudas sobre esa conformidad y en base a que ha sido estimada.
- El liderazgo del órgano de gobierno en el sistema de Compliance penal ha de quedar acreditado, no solo mediante las evidencias documentales pertinentes sino también mediante la participación e implicación del propio órgano de gobierno (o su representante) en el proceso de auditoría.
- Es necesario tomar el pulso a la organización para poder valorar que realmente se ha hecho el esfuerzo necesario y se han dotado los recursos para que exista esa cultura de Compliance, adecuada a cada nivel de la organización y a su exposición al riesgo.
A partir de la obtención de la acreditación, todas las certificaciones emitidas por AENOR de la Norma UNE 19601 han de convertirse en certificaciones acreditadas antes del 28 de abril de 2023. Para ello, se ha diseñado un plan de transición en el que ya se está trabajando. En el caso de empresas que quieran optar ahora a la certificación de Compliance penal, AENOR las auditará con el esquema acreditado.
LA REVISTA DE LA EVALUACIÓN DE LA CONFORMIDAD
