Sandra Montejano
Industria Agroalimentaria y Distribución
AENOR
Los consumidores actuales cada vez están más informados y preocupados por el modo de cría de los animales, por lo que resulta fundamental facilitarles información de calidad que les ayude a decidir sobre los productos que compra. En este sentido, el bienestar animal constituye uno de los valores de una sociedad en pleno desarrollo y cada vez más consciente de la conexión entre la industria alimentaria y el sector primario. Y es que, es el cuidado de la cadena alimentaria, en todas sus fases, la que garantiza la calidad, la seguridad y la sostenibilidad económica, ambiental y social del sector, y por ende de los productos que consumimos. En este contexto, las empresas se han adaptado a las necesidades de los consumidores, garantizando el bienestar en los métodos de cría y manejo de sus animales.
Dentro de este escenario, es fundamental que el sector de la alimentación ofrezca información clara, rigurosa y, sobre todo, contrastada por un tercero independiente. La certificación AENOR de Bienestar Animal basada en Welfare Quality® contribuye a garantizar ese compromiso por parte del sector, otorgando transparencia, rigor y confianza en toda la cadena alimentaria. AENOR apostó en 2014 por esta certificación y por el Bienestar Animal como uno de sus signos de identidad, convirtiéndose en la primera entidad de certificación que empezó a desarrollar la actividad de evaluación de este protocolo. Cinco años después, ha concedido el certificado de Bienestar Animal a más de 4.500 operadores de la cadena alimentaria y, actualmente, dispone de auditores autorizados y calificados por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), dueño del esquema y miembro de la Welfare Quality® Network, en la mayoría de las especies animales objeto de evaluación.
La certificación AENOR de Bienestar Animal supone una apuesta segura que garantiza la confianza de los mercados y la competitividad del sector, gracias a las señas de identidad de Welfare Quality®, a la formación y experiencia de los auditores de AENOR, al rigor de sus actuaciones, y a la experiencia en la evaluación y certificación del bienestar animal a lo largo de los años. Así, dispone de una plantilla de auditores expertos autorizados con amplia experiencia en el sector que, bajo el código deontológico de AENOR, operan con rigurosidad, objetividad y bajo las directrices de los veterinarios responsables de certificación, con amplia experiencia en el esquema, así como en la legislación aplicable y en las especies objeto de evaluación.
Además de la evaluación del bienestar animal en cada una de las fases necesarias, la certificación también acredita el autocontrol implantado en cada uno de los eslabones de la cadena, punto clave de la certificación, así como la trazabilidad desde la granja a la mesa. Esto permite incrementar el valor del producto y ampliar los principios éticos para que únicamente los productos que han superado favorablemente todos los criterios de certificación puedan hacer uso de la Marca AENOR en los envases de producto final. Las medidas, la forma de evaluarlas, el rigor, la formación y la experiencia de los profesionales de AENOR otorgan el valor de la certificación. Asimismo, la marca AENOR contribuye a garantizar la rigurosidad de las actuaciones realizadas en la certificación de Bienestar Animal, constituyendo una poderosa herramienta que garantiza la transparencia en los mensajes del sector hacia sus consumidores.
El estudio de GfK Brandfulness, el nuevo reto de las marcas: la responsabilidad 360º, destaca que los consumidores hoy en día exigen a las marcas que sean honestas, les ofrezcan toda la información posible en sus decisiones de compra, tomen partido por ciertas causas y, además, les ayuden a consumir lo justo, ni más ni menos; esto es, “el consumidor cubrirá sus necesidades siempre teniendo en cuenta el impacto que su propio consumo tiene sobre la naturaleza y sobre otros seres”. Esto queda igualmente remarcado en el informe de AECOC Shopperview de 2018 El consumidor de productos cárnicos donde se destaca que los consumidores demandan más sellos de calidad de las carnes, tanto en aspectos de bienestar como en certificaciones ecológicas. Concretamente, un 35 % dice que aumentaría su consumo si el producto llevara el sello de bienestar animal y un 32 % en el caso de exhibir un sello de producto ecológico. En este sentido, entre los consumidores encuestados, el 22 % de ellos señalaron haber dejado de consumir carne por temas relacionados con el bienestar animal y el 15 % por motivos ecológicos. Por último, desde la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC) se anima a concienciar sobre las formas de producción y saber trasladar al consumidor las buenas prácticas del sector ayudarían a mejorar la percepción que tiene de los productos cárnicos.
AENOR apostó en 2014 por la certificación de Bienestar Animal como uno de sus signos de identidad, convirtiéndose en la primera entidad de certificación que empezó a desarrollar la actividad de evaluación de este protocolo. Cinco años después, ha concedido esta certificación a más de 4.500 operadores de la cadena alimentaria
Observación directa del animal
El sector del ganado porcino español tiene una importancia clave en la economía de nuestro país. España es la cuarta potencia productora después de China, EE. UU. y Alemania, mientras que en el ámbito europeo ocupa el segundo en producción. Asimismo, este sector ha incrementado notablemente sus exportaciones en los últimos años y España se ha consolidado como segundo mayor exportador de porcino de la Unión Europea, sólo por detrás de Alemania, aumentando espectacularmente las exportaciones a terceros países, especialmente a China, que se ha convertido en el primer destino de las exportaciones de carne de porcino español en el último periodo, según datos publicados por el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación. Estos datos reflejan la fortaleza del sector que, además, cuenta con un sistema de producción cada vez más profesionalizado y moderno.
Este sector dispone de unos requerimientos legales claramente definidos sobre los que trabajan activamente ganaderos, administraciones y profesionales de todos los ámbitos. Así, ya realizó importantes cambios en el manejo de los animales tras la entrada en vigor del Real Decreto 1135/2002 y continúa participando activamente para garantizar su sostenibilidad, su competitividad en los mercados y las demandas de los consumidores. La certificación AENOR de Bienestar Animal va un paso más allá, realizando evaluaciones de acuerdo al protocolo Welfare Quality®, proyecto liderado por científicos y expertos en Bienestar Animal con el pilar fundamental de basarse en el propio animal, puesto que es el que mejor puede transmitir su grado de bienestar.
La Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) describe al bienestar animal como “el modo en que un animal afronta las condiciones en las que vive”. Welfare Quality® se estructura en cuatro principios básicos heredados de las cinco libertades de los animales, estos cuatro principios son: buena alimentación, buen alojamiento, buen estado de salud y comportamiento apropiado para las necesidades de la especie. Estos están agrupados en 12 criterios que van, desde la ausencia de hambre, sed, dolor por el manejo, lesiones o enfermedades; hasta garantizar los movimientos o un adecuado comportamiento de los animales, teniendo como base, en todo momento, el cumplimiento con la legislación vigente de aplicación. Estos 12 criterios se dividen en parámetros que, interrelacionados entre sí, dan lugar a una valoración del bienestar de nuestros animales.
Condiciones ambientales y físicas óptimas
Por ejemplo, las medidas relativas a las condiciones ambientales en el ganado porcino, por sus características anatómicas y fisiológicas son muy importantes. Se trata de animales muy susceptibles al calor, por lo que este factor supone una medida importante para ellos. En los lechones recién nacidos, el frío es otro de los factores limitantes que pueden conllevar a un aumento considerable de la mortalidad, por lo que constituye una de las medidas que resultan clave en las evaluaciones.
La condición física, es otro de los indicadores clave. Y es que, una condición física fuera de un rango aceptable o una gran variación entre los animales del grupo supone un compromiso para el bienestar, la salud y la eficiencia reproductiva en animales adultos. El porcentaje de aparición de enfermedades infecciosas y metabólicas, las cojeras provocadas tanto por trastornos infecciosos y no infecciosos, las lesiones en patas y hombros, las lesiones en la piel y otra serie de factores suponen un problema de salud importante para los cerdos, convirtiéndose en indicadores directos o indirectos del bienestar animal cuando estos se encuentran por encima de los umbrales reconocidos.
Para utilizar el comportamiento como medida de bienestar es importante conocer el comportamiento típico de la especie, el del individuo en solitario y el del grupo social. La aparición de comportamientos adquiridos anómalos indica que el animal no consigue adaptarse a las condiciones que se le imponen. El cerdo es una especie muy sensible al estrés, a la frustración y al manejo por el hombre. Así, problemas de comportamiento tales como las estereotipias (movimientos repetitivos de alguna parte del cuerpo sin finalidad alguna, como mordeduras de barras debido al nerviosismo, masticación sin alimento en la boca, movimientos de la lengua, etc.) y la caudofagia (mordedura de la cola de unos cerdos a otros y que supone un gran problema para las granjas de ganado porcino debido a su origen multifactorial); así como determinadas prácticas de manejo, entre otros aspectos, suponen situaciones que pueden ir en detrimento de la calidad de vida de los animales. Es por ello que las medidas basadas en el animal relativas a su comportamiento y los efectos asociados son determinantes para las evaluaciones, que deben ser realizadas por personal experto que sepa discernir, en todo momento, la aparición de señales que supongan una disminución del bienestar animal.
El porcentaje de aparición de enfermedades infecciosas y metabólicas, las lesiones en patas y hombros, en la piel y otra serie de factores suponen un problema de salud importante para los cerdos, convirtiéndose en indicadores directos o indirectos del bienestar animal cuando se encuentran por encima de los umbrales reconocidos
Evaluación conjunta de indicadores
Debido al concepto multidimensional del Bienestar Animal, no existen indicadores aislados: todas las medidas de Welfare Quality® se encuentran interrelacionadas. Y es que, la evaluación del bienestar animal es un conjunto de todos ellos. Por ejemplo, un manejo de la alimentación incorrecto, debido a la calidad, a la cantidad o a la forma de administración de los piensos, puede dar lugar a problemas digestivos, de condición corporal, comportamentales, etc., lo que va a suponer rangos de aparición de problemas como cambios de peso y de condición corporal, aspecto físico (emaciación, deshidratación); o comportamientos anormales como caudofagia y tasas de mortalidad fuera de los rangos establecidos.
Hay que destacar que la formación de todo el personal destinado al cuidado de los animales debe estar alineada con las guías y recomendaciones del sector y de expertos en la materia; porque unas competencias adecuadas y acordes con las funciones redundan de forma directa sobre el manejo y la gestión de la granja. Asimismo, los conocimientos sobre la etiología de aquellas medidas que suponen un deterioro del bienestar de los animales contribuyen a la búsqueda de las mejoras necesarias para mantener, en todo momento, el espíritu de la mejora continua. Es en este contexto en el que la certificación de AENOR de Bienestar Animal, gracias a las evaluaciones realizadas, contribuye a la implantación de medidas que ayudan a mejorar el estatus de las explotaciones.
La evolución del sector porcino ha contribuido a una profesionalización e internacionalización del sector que le ha hecho adaptarse en todo momento a las necesidades de los mercados. En este contexto, los profesionales destinados al manejo de los animales, en todos los puntos de la cadena, han trabajado y continúan trabajando para garantizar a los consumidores un trato ético de sus animales, sin olvidar la calidad y seguridad alimentaria de los productos.
Como se ha indicado anteriormente, España ocupa el cuarto puesto mundial en producción de carne de cerdo, lo que acredita el enorme potencial del sector porcino de nuestro país; y refuerza aún más el compromiso que ya tiene este sector, así como la necesidad de garantizar los máximos estándares y demandas de la sociedad.
Video. Certificado AENOR de Bienestar animal
Experiencias
Nuestro compromiso con el territorio
Jorge Costa
Consejero Delegado
Grupo Empresarial Costa
Costa Food Group integra las marcas Piensos Costa, Costa Food Meat, Casademont e Industrias Cárnicas Villar, fruto de la verticalización de un negocio cuyo origen se remonta a 1967. Costa Food Group ha venido desarrollando un modelo que le ha convertido en uno de los referentes del sector porcino, apostando siempre por la proximidad, el desarrollo de las zonas rurales, las relaciones a medio y largo plazo y las buenas prácticas aprendidas a lo largo de los años para contribuir a la generación de riqueza en los territorios donde nos encontramos (Aragón, Cataluña, Navarra, Castilla y León, Región de Murcia o Extremadura).
Nuestra producción anual de casi tres millones de cerdos nos convierte en una de las principales ganaderías del país, trabajando siempre bajo un continuo afán de mejora, basado en conjugar lo mejor de nuestra tradición y experiencia con los avances tecnológicos y las demandas del mercado y los consumidores, y siendo pioneros en lanzar iniciativas que innoven y mejoren la calidad del producto, el trato dispensado a nuestros animales o la rigurosidad para garantizar la seguridad alimentaria en nuestra cadena de producción.
Esta nuestra seña de identidad, que tiene en el bienestar animal uno de sus puntos troncales, nos ha acercado a la iniciativa puesta en marcha por AENOR y el IRTA basada en Welfare Quality®, principal referente europeo en la materia, convirtiéndonos en el primer grupo cárnico de porcino blanco en conseguir el certificado de Bienestar Animal AENOR Conform en la totalidad de nuestras explotaciones ganaderas, y a lo largo de todo nuestro proceso productivo: desde la producción del cerdo hasta la obtención de elaborados cárnicos. El proceso de obtención del certificado es exhaustivo y riguroso, y está supervisado por auditorías cuya evaluación se centra en cuatro principios básicos de bienestar animal: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado.
Orgullosos por el logro, asumimos del mismo modo la responsabilidad de nuestro compromiso con el sector y buscamos sentar precedentes en muchos aspectos como la generación de relaciones de confianza entre el ganadero y la industria; o la implantación de estándares irrenunciables de calidad y de procedimientos que garanticen el bienestar animal, conscientes de que todo ello configura para el consumidor los valores asociados a nuestra marca.
Experiencias
Sostenibilidad y bienestar animal
Domingo García
Director Calidad y Medioambiente CFG
Campofrío Food Group
La división de carne fresca de Campofrío Frescos está certificada en Bienestar Animal, protocolo Welfare Quality, desde noviembre de 2017. Adicionalmente, a finales del año pasado, también obtuvimos la acreditación de nuestra principal planta, Bureba en Burgos, para la utilización de la marca AENOR de Bienestar Animal en productos elaborados.
Los motivos que nos llevaron a plantearnos estos objetivos fueron obvios; una mayor preocupación por parte de nuestros consumidores en los temas relacionados con la sostenibilidad de los sistemas productivos, concretamente del sector ganadero, así como por el trato recibido por los animales. Esto reto encajaba perfectamente en la estrategia de sostenibilidad de Campofrío Food Group.
El bienestar animal siempre ha estado presente en nuestros criterios de selección de proveedores, ya sean granjas o mataderos, y ya contábamos con varias certificaciones de esquemas particulares desarrollados específicamente en algunos mercados. Precisamente este panorama de múltiples esquemas en el mercado y la confusión que podía ocasionar fue uno de los motivos principales para la elección del protocolo Welfare Quality como referencia en Campofrío.
Welfare Quality representa un gran esfuerzo por parte de la Unión Europea para desarrollar un protocolo armonizado de evaluación del bienestar animal en granja y matadero, muy por encima de los mínimos establecidos por la legislación vigente, con validez científica, y en el que han trabajado más de 40 institutos y universidades, de 13 países europeos y cuatro latinoamericanos. El respaldo científico, el aval de la UE, criterios más exigentes que el marco legal europeo y la mejora continua integrada en el protocolo marcan la diferencia con el resto de esquemas de Bienestar Animal.
Aun requiriendo un esfuerzo adicional por parte de la organización y de nuestros proveedores, los resultados son muy positivos, y ampliamente valorados por nuestros clientes, muchos de los cuales también han adoptado este esquema como referencia en materia en Bienestar Animal.