Lucía Ortiz
Dirección de Operaciones de Conformidad
Sergio González
Dirección de Marketing Sectorial
AENOR
Referencial AENOR
Desde AENOR se promovió el desarrollo de un documento que diera respuesta a la necesidad de un Sistema de Gestión de la Seguridad adaptado a dichas explotaciones. Para ello se puso en marcha un grupo de trabajo en el que participaron diferentes partes interesadas en el proceso. Del sector ferroviario colaboraron Metro de Madrid, Metro de Málaga, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (Metro de Valencia y Tranvía de Alicante) y Metro de Barcelona. Por parte de entidades expertas en el sector, Altrán y Eurocontrol; y expertos de AENOR con extensa experiencia en el sector del transporte público. Entre todos configuraron un documento de consenso en el que desde el inicio se tuvieron en cuenta dos premisas:
El referencial debía responder a la Estructura de Alto Nivel de ISO (HLS), de forma que fuera fácilmente integrable con otros sistemas de gestión de la organización (calidad, ambiental, etc.). De hecho, este sistema de gestión excluye expresamente la gestión de la prevención y salud laboral conforme a ISO 45001, así como la gestión ambiental conforme a ISO 14001, para que pueda ser fácilmente integrable con esos sistemas que ya disponen de la estructura HLS.
Los contenidos debían ser flexibles, dada la heterogeneidad de las redes de metro y tranvía, pero debían contemplar aspectos horizontales y claves para todos ellos, entre los que destacan:
- Gestión de riesgos
- Gestión del cambio
- Habilitaciones de personal
- Investigación de accidentes e incidentes
- Inspecciones y auditorías
- Mejora continua de la seguridad
Como marco del documento se tuvieron en cuenta tanto el Reglamento 402/2013 relativo a la adopción de un método común de seguridad para la definición de los criterios para la evaluación y valoración del riesgo, como la Norma UNE-EN 50126-1:2005 Aplicaciones ferroviarias. Especificación y demostración de la fiabilidad, la disponibilidad, la mantenibilidad y la seguridad (RAMS) para aquellos aspectos relativos al ciclo de vida y a las modificaciones de los sistemas técnicos ferroviarios.
El documento fue testado en diferentes auditorías piloto a las que se sometieron voluntariamente Metro de Málaga y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. Con las conclusiones de estos pilotos y las aportaciones de otras organizaciones se aprobó una versión final del Referencial AENOR de Sistema de Gestión de la Seguridad Ferroviaria Operacional, que fue presentado en el seno del grupo de trabajo de Seguridad Ferroviaria de la Asociación de Empresas Gestoras de los Transportes Urbanos Colectivos (ATUC) en abril de 2018.
Todas las redes ferroviarias, incluidas las de metro y tranvía, establecen sistemáticas para que la seguridad ferroviaria en la operación se contemple como una parte fundamental de la explotación. Al fin y al cabo es una de sus principales responsabilidades y a ella se dedican los mayores esfuerzos e importantes recursos.
Sin embargo, no ha habido hasta ahora legislación o normativa que estableciera con detalle los requisitos que deberían cumplir las redes metropolitanas y tranviarias para que los esfuerzos realizados en materia de seguridad en su operación fueran homogéneos, comparables y objeto de mejora continua.
De hecho, la Directiva 2004/49/CE ya recogía la necesidad de establecer un sistema de gestión de la seguridad como marco en el que desarrollar la responsabilidad que las entidades ferroviarias tienen respecto de la seguridad en la explotación. El Reglamento sobre Seguridad en la Circulación en la Red de Interés General (RD 810/2007) establece asimismo requisitos relativos a los sistemas de gestión de la seguridad ferroviaria. En este sentido, la competencia para la evaluación de los sistemas de gestión de seguridad, previa a la emisión de los certificados de seguridad en el sector ferroviario, corresponde directamente a las autoridades nacionales de seguridad (en el caso español, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria). Pero, ¿cómo dar respuesta a las necesidades de metros y tranvías respecto de la tenencia de un sistema de gestión de la seguridad, dado que están fuera del ámbito de competencias de la Agencia?
Durante la auditoría se hace especial hincapié en la identificación de peligros y en la valoración y evaluación de los riesgos asociados, así como las medidas mitigadoras y acciones específicas que conlleven el cumplimiento de los objetivos de mejora en la seguridad operacional
Protección de personas y bienes
El Referencial AENOR de Sistema de Gestión de la Seguridad Ferroviaria Operacional (SFO) se ha desarrollado para que pueda ser aplicado por redes de metro, tranvía y ferrocarriles ligeros, tanto si son mantenedores de la infraestructura ferroviaria, como explotadores (con responsabilidad sobre infraestructura y circulación) u operadores ferroviarios.
El modelo AENOR está estructurado como un sistema de gestión totalmente integrable en otros sistemas como ISO 9001 (calidad), ISO 22320 (gestión de emergencias) o ISO 45001 (seguridad y salud en el trabajo). La base del referencial ya se contempla en la propia definición de seguridad ferroviaria operacional, que es aquella que se refiere a la protección de personas y bienes en relación con el movimiento de los trenes, a través de un proceso continuo de identificación de peligros y de la gestión de los riesgos.
Es decir, que será el proceso de gestión de los riesgos asociados a los peligros de la operación en el que se base la implantación del sistema de gestión y, en la misma línea, la auditoría de certificación posterior.
Es preciso definir en primer lugar el alcance de implantación, sobre qué sistemas, ámbitos, actividades o redes ferroviarias se refiere, aunque se anima a que se implante en el conjunto de la entidad ferroviaria y sus actividades. Como aspectos generales, se requiere un liderazgo y compromiso de la dirección con la seguridad de que impulse el alcance de objetivos, la asignación de recursos, el conocimiento de las necesidades y expectativas de las partes interesadas, y la mejora continua en el ámbito de la seguridad en la circulación.
La definición de roles y competencias en la organización debe considerarse con detalle, pues el Modelo AENOR solicita establecer una estructura de responsabilidades en materia de SFO en la que se establezca como principio fundamental que cada departamento, área o unidad de la organización es responsable de sus propias tareas en la medida que las mismas llevan aparejadas aspectos relacionados con la SFO. Esta estructura debe contar con un órgano colegiado que adopte decisiones estratégicas en materia de seguridad, así como disponer, dada su relevancia, de un departamento o área específico dedicado a la gestión de la SFO.
Tabla 1. Ejemplo de evaluación del riesgo
Los colores se refieren a los niveles de criticidad en la evaluación del riesgo.
Gestión de riesgos
El corazón del sistema de gestión está en el proceso de gestión de riesgos asociado a cualquier sistema o subsistema, o al sistema ferroviario en su conjunto. Para ello, la entidad ferroviaria debe determinar los peligros y riesgos asociados a su operación y, en función de un detallado análisis de riesgos según criterios consensuados, deberá adoptar las medidas de mitigación necesarias para asegurar el nivel de seguridad aceptable establecido por la organización o por el ente regulador de la Administración Pública competente. (Ver tabla 1)
Este proceso es especialmente importante cuando se producen cambios en el sistema ferroviario, nuevas interacciones o modificaciones como consecuencia por ejemplo del ciclo de vida de los sistemas técnicos. Así, se debe asegurar la revisión de la evaluación y valoración del riesgo cuando se proceda a cualquier cambio técnico, de operación, organizativo o legislativo del sistema ferroviario dependiente de la organización, y que puede considerarse que tendrá impacto potencial para la SFO.
Por otro lado, el Modelo AENOR impulsa a la organización a disponer de un modelo de ciclo de vida de los diferentes sistemas técnicos relacionados con la seguridad operacional. Es decir, una secuencia de fases que abarque la vida completa del sistema, desde la fase de preoperación, operación y mantenimiento hasta su retirada del servicio.
La gestión del riesgo va asociada también a otros requisitos clave relacionados con la preparación y respuesta a emergencias, y la notificación e investigación de accidentes e incidentes, que debe ser oportuna y estar documentada.
Efectivamente, el Modelo AENOR requiere a la organización que disponga de un procedimiento para la notificación, investigación y análisis de accidentes, incidentes o precursores de accidentes ferroviarios, así como la propuesta de adopción de medidas correctivas que se deriven de dichos análisis e investigaciones.
Otro aspecto fundamental se refiere a las personas asignadas a tareas que inciden directamente en la seguridad de la circulación ferroviaria. Es crítico que se asegure que estas personas dispongan de una habilitación o acreditación que implique la capacitación suficiente y entendida. Es decir, un apropiado conocimiento técnico, experiencia y habilidades demostradas, y un estado psicofísico adecuado en función de sus responsabilidades. Estas habilitaciones deberán someterse a evaluación periódica y en el caso de no cumplir con los requisitos exigidos, ser suspendidas o revocadas. Precisamente en este sentido, las habilitaciones son un aspecto tan crítico que el Modelo AENOR pide que la organización desarrolle los siguientes requisitos:
Clarifique en grupos y tipologías las tareas que inciden en la seguridad de la circulación y por lo tanto del personal afectado y sus competencias.
- Establezca condiciones previas para acceder a los puestos.
- Acuerde y realice un seguimiento estricto para la obtención, mantenimiento, suspensión o revocación de las certificaciones que acrediten dicha competencia.
Además, se ha consensuado la definición de un número de indicadores que facilitan el seguimiento y control del desempeño de la organización, de forma objetiva, en el ámbito de la seguridad en la circulación. Estos indicadores permiten evaluar y medir el resultado de la gestión realizada (entendido como el rendimiento de la seguridad). Entre ellos, destacan indicadores relacionados con tipologías de incidentes y accidentes, con fallos en sistemas o con la seguridad técnica en infraestructuras (pasos a nivel, sistemas de protección, etc.). (Ver tabla 2)
Estos indicadores se han desarrollado específicamente para metros, suburbanos y tranvías, de forma que todos los modos puedan utilizar indicadores comparables. En cualquier caso, la organización siempre podrá desarrollar indicadores adicionales o no considerar alguno de ellos cuando no aplique al modelo de explotación. El Modelo recomienda, además disponer de indicadores específicos para cocheras, depósitos, apartaderos o vías secundarias.
Otro ámbito importante de actuación son las inspecciones o auditorías internas. El Modelo AENOR de SFO prevé que la organización planifique, establezca y mantenga programas de auditoría, teniendo en cuenta los resultados de las evaluaciones de riesgos de las actividades de la organización.
Tabla 2. Ejemplo de Indicadores de accidentes para tranvías
Proceso de certificación
El proceso de certificación es similar a otros sistemas de gestión. Inicialmente se lleva a cabo una auditoría dividida en dos fases: una fase I en la que se realiza un estudio documental del sistema, se confirma el alcance y se comprueba que existe un nivel adecuado de implantación. En la fase II se evidencia lo descrito en la documentación y el cumplimiento efectivo de aquellos requisitos establecidos.
Durante la auditoría se hace especial hincapié en la identificación de peligros y en la valoración y evaluación de los riesgos asociados, así como las medidas mitigadoras y acciones específicas que conlleven el cumplimiento de los objetivos de mejora en la seguridad operacional. Habilitaciones, investigación de accidentes e incidentes o gestión del cambio son ejes fundamentales del proceso, además de la medición y seguimiento de los indicadores establecidos.
Si existe conformidad, se procederá a la emisión de un certificado con validez de tres años, si bien anualmente se comprobará a través de las auditorías de seguimiento que se mantienen las condiciones que dieron lugar a la concesión del certificado de Sistema de Gestión en Seguridad Ferroviaria Operacional.
En conclusión, AENOR pone a disposición de las redes ferroviarias metropolitanas y tranviarias un modelo de Sistema de Gestión de la Seguridad Ferroviaria Operacional integrable con otros sistemas, que busca la mejora continua, que tiene en cuenta la identificación de peligros y evaluación de riesgos, el análisis e investigación de accidentes e incidentes, la gestión del cambio y el uso de indicadores específicos. Todo ello, para hacer de este modelo una herramienta homogénea, comparable, útil y certificable con la que AENOR trata de responder a una demanda clara del sector.
La implantación y certificación de un Sistema de Gestión de la SFO según el Modelo AENOR de Seguridad Ferroviaria Operacional aporta seguridad y confianza a los órganos de dirección; da confianza a los usuarios; promueve la mejora de la seguridad en la organización; asegura la interoperabilidad entre los sistemas, y estandariza la gestión de seguridad entre redes ferroviarias ligeras.
Las personas asignadas a tareas que inciden directamente en la seguridad de la circulación ferroviaria dispondrán de la habilitación o acreditación que implique la capacitación suficiente. Estas habilitaciones deberán someterse a evaluación periódica
Video. Certificado AENOR de Seguridad Ferroviaria Operacional
El Referencial AENOR de Sistema de Gestión de la Seguridad Ferroviaria Operacional es específico para metro, tranvía y ferrocarriles ligeros. Este documento, elaborado en colaboración con operadores de redes metropolitanas y empresas del sector ferroviario, establece una serie de requisitos con la que se estandariza la seguridad la gestión de seguridad en redes ferroviarias ligeras.
Experiencias
Salto cualitativo en seguridad
Ramón Madero
Director de Operación y Sistema de Gestión Integrado
Metro Málaga
Todo explotador ferroviario que se encuentre al margen de la red de interés general, se enfrenta a su particular travesía del desierto, que no es ni más ni menos que la ausencia de reglamentación para cimentar jurídicamente su operación y en algunos casos su mantenimiento. En este sentido la normativa excluye a metros y tranvías, lo que obliga a adaptar la normativa diseñada para grandes redes a explotaciones pequeñas, con el riesgo de que existan diferencias entre operadores.
AENOR, con la participación de operadores de tamaños diversos, inició el trabajo de elaboración de un documento que consiguiese de alguna manera fijar unos estándares y equilibrar los diferentes modos de operación. Este borrador fue contrastado en diferentes foros de seguridad ferroviaria con la participación de la totalidad de operadores de la geografía española y testado en las auditorías piloto, en las que Metro Málaga tomó parte activa. Todo este trabajo concluyó en un Referencial que es una realidad y que supone un salto cualitativo importantísimo para la seguridad ferroviaria.
Este año, tras un esfuerzo titánico del equipo de Metro Málaga, hemos conseguido certificar nuestro Sistema de Gestión de Seguridad Ferroviaria Operacional, conforme al Referencial AENOR, aceptando el desafío de ser el primer operador en conseguirlo.
Al margen de esto, Metro Málaga ha apostado por un Sistema de Gestión Integrado que agrupa un total de siete áreas certificadas por AENOR: Gestión de la Calidad, Gestión Ambiental, Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo, Calidad del Servicio de Transporte Público Pasajeros, Gestión de Emergencias (único metro certificado), Gestión de la Seguridad Ferroviaria Operacional y Gestión de la Accesibilidad Universal (primer metro en obtener esta certificación).