Nueva certificación sobre Buen Gobierno en empresas no cotizadas

AENOR inició en 2021 un camino para ofrecer soluciones de certificación en materia de gobierno corporativo. En ese momento las organizaciones cotizadas manifestaban la necesidad de poder disponer de una metodología para medir su nivel de “buen gobierno” y poderlo demostrar ante los diferentes grupos de interés.

En ese camino se ha hecho especialmente evidente que las sociedades cotizadas en España vienen trabajando en su modelo de gobierno corporativo desde hace años y que ese es un elemento muy relevante en su sostenibilidad, pero que el verdadero reto en esta materia corresponde a ese otro gran grupo que son las organizaciones que no cotizan en mercado de valores.

Al hablar de ESG o de sostenibilidad en sentido amplio, cada vez es más relevante el papel que juega la G. La gobernanza viene a ser el timón que debe llevar la nave a buen puerto, abordando los desafíos sociales y ambientales. Es difícil hablar de sostenibilidad si no se dispone de un modelo de gobierno corporativo fuerte, adecuado a la organización y capaz de adaptarse a los cambios y evolucionar con ellos.

Es por ello que en AENOR hemos trabajado para poder ofrecer una solución que permita a organizaciones de diferentes tipos optar a una certificación en materia de buen gobierno corporativo: la certificación de Buen Gobierno y Gobernanza en empresas no cotizadas.

En este trabajo, y como es habitual cuando desarrollamos soluciones propias, hemos contado con los mejores profesionales en la materia que nos han aportado su conocimiento y experiencia para darle contenido. En este caso el apoyo ha sido de Cazorla y Abogados, despacho especializado en la materia y el proyecto ha sido liderado por su socio director, Luis Cazorla González-Serrano.

Así, la certificación de Buen Gobierno y Gobernanza refleja, ya desde su denominación, que pretende ser una solución para un espectro amplio de organizaciones, tanto sociedades mercantiles como otro tipo de organizaciones (fundaciones, asociaciones, etc.).

La solución de certificación para las sociedades cotizadas (Índice de Buen Gobierno Corporativo) es un índice en el que se obtiene una puntuación sobre la base de 1.050 puntos. Esto no se ha replicado en la certificación de Buen Gobierno y Gobernanza, que se dirige a un amplio espectro de organizaciones. Y no se ha hecho por varios motivos.

Por un lado, las sociedades cotizadas tienen obligaciones concretas en materia de gobierno corporativo y tienen obligación de cumplir las recomendaciones de la CNMV o explicar por qué no las cumplen o las cumplen parcialmente. El Índice de Buen Gobierno Corporativo viene a medir su alineamiento con las mejores prácticas partiendo de la base de la necesidad de tener un elevado nivel de cumplimiento.

Por otro lado, las obligaciones de reportar y publicar aún son escasas en esta materia para la mayor parte de las organizaciones no cotizadas, por lo que se hace más necesario ver con detalle cómo cada organización ha trabajado los requisitos de la solución y los ha adecuado a su realidad.

Sin duda, esta solución puede contribuir a que resulte más sencillo poder publicar información sobre la materia y mostrar una mayor transparencia con los grupos de interés.

Es importante destacar que el contenido de la certificación de Buen Gobierno y Gobernanza ha tenido en cuenta dos normas internacionales en materia de gobernanza (la UNE-ISO 37000:2022 y UNE-ISO 37004:2024) que no contienen requisitos, sino directrices; y también el contenido de las principales guías publicadas en materia de gobierno corporativo:

• Principios de buen gobierno corporativo para sociedades no cotizadas del Instituto de Consejeros-Administraciones de la Asociación Española de Consejeros.
• Guía práctica para el buen gobierno de las empresas familiares del Instituto de la empresa familiar.
• Guía de buen gobierno para empresas pequeñas y medianas de la CEPYME.

Así, la certificación de Buen Gobierno y Gobernanza recoge las mejores prácticas actualizadas en buen gobierno y mejora su contenido, permitiendo que las empresas demuestren su buen desempeño en este campo ante sus stakeholders: inversores, proxies, clientes, empleados, el propio regulador y la sociedad en general.

En el primer bloque se detallan los requerimientos concretos con los que una organización debe tener aterrizados principios como la gestión de riesgos, la estrategia, la sostenibilidad o la relación con los grupos de interés.

Es importante destacar que no estamos pensando en cómo están aterrizados de manera operativa esos principios, sino cómo están liderados, impulsados y mantenidos desde los órganos de administración y de gobierno.

Esta solución eleva la vista hacia el más alto nivel de la organización y requiere mostrar el rol que estos órganos juegan en el impulso de todas estas cuestiones.

En el bloque dos, se encuentran los requerimientos relacionados con competencia y funcionamiento de los órganos de gobierno. Se trata de un bloque en el que se ha incidido para dar cabida a los diversos tipos de organizaciones que pueden implantar esta solución.

Así, se han establecido requisitos acordes a sociedades mercantiles con diferentes órganos de administración y gobierno, empresas familiares, fundaciones, etc., pero incidiendo especialmente en la relevancia de definir su funcionamiento y dejar trazabilidad del mismo; así como en la importancia de definir las competencias requeridas para poder cubrirlas adecuadamente.

Respecto al último bloque, recoge los requisitos relativos a la continuidad y mejora del sistema de gobierno corporativo exigiendo la implantación de herramientas de evaluación, formación y reporte.

La nueva solución de Buen Gobierno y Gobernanza de AENOR es una certificación innovadora, diseñada para mejorar y respaldar las prácticas de gobernanza en todo tipo de organizaciones, incluyendo sociedades mercantiles, asociaciones, fundaciones y cooperativas.

En AENOR estamos convencidos de que esta nueva certificación puede contribuir a que muchas organizaciones aborden un camino de consolidación y de mejora de sus modelos de gobierno corporativo; y que eso se convierta en un elemento fundamental para su sostenibilidad como organización.

El buen gobierno corporativo es un pilar esencial para el crecimiento y la consolidación de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Aunque históricamente asociado a grandes corporaciones y empresas cotizadas y asimiladas, este conjunto de prácticas y principios tiene un impacto directo en la sostenibilidad, la confianza de los stakeholders y la competitividad de las pymes.

Para las pymes, el buen gobierno corporativo implica establecer una estructura clara de roles y responsabilidades, fomentar la transparencia en la toma de decisiones y garantizar un adecuado control interno y gestión de riesgos. Estas prácticas no solo fortalecen la confianza de inversores, clientes y empleados, sino que también facilitan el acceso a financiamiento. Los bancos y otras entidades financieras valoran empresas con prácticas sólidas de gobierno, ya que reflejan una gestión responsable y un menor riesgo.

Asimismo, el buen gobierno promueve la planificación estratégica, lo que permite a las pymes anticiparse a desafíos y adaptarse a los cambios del mercado. Esto resulta crucial en entornos económicos competitivos y en constante transformación. También fomenta la sostenibilidad a largo plazo al priorizar la ética empresarial, el cumplimiento normativo y la gestión responsable de los recursos.

En un contexto económico y empresarial donde las pymes enfrentan crecientes desafíos, desde la globalización hasta la digitalización, el medioambiente o la inteligencia artificial, implementar buenas prácticas de gobierno corporativo les permite profesionalizar su gestión, gestionar adecuadamente los riesgos, atraer talento, aumentar su reputación y consolidar su posición en el mercado. Supone una herramienta imprescindible para que las pymes afronten con garantía de éxito sus retos de crecimiento y evolución empresarial permitiendo conducirse a las mismas para la consecución de su propósito empresarial. En definitiva, el buen gobierno corporativo no solo es un mecanismo de control, sino una herramienta clave para garantizar el crecimiento fiable, sólido y sostenible de las pymes.

En este escenario, la solución de AENOR constituye un formidable impulso para el desarrollo del Buen Gobierno en el tejido empresarial, permitiendo acreditar la concurrencia en la organización de unos estándares adecuados de gobernanza.