Isabel Morón
Auditora jefa de certificación
AENOR
Las nuevas directrices internacionales recomiendan el tratamiento de los pacientes reanimados tras una parada cardiorespiratoria en los llamados centros de reanimación o de paros cardiacos. Se trata de centros orientados estructural, organizativa y logísticamente al cuidado específico de dichos pacientes.
En España no está plenamente arraigado este sistema y los cuidados tras la recuperación de una parada cardiorespiratoria se centran en los cuidados posresucitación, administrados en las unidades de críticos, fundamentalmente las UCI y las Unidades de Cuidados Intensivos Cardiológicos (UCIC).
En este escenario surge el Proyecto CAPAC, cuyo principal objetivo es maximizar la supervivencia de los pacientes y minimizar los posibles daños neurológicos en aquellos que sufren una parada cardíaca extrahospitalaria y que son tratados en hospitales.
Impulsado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), el Proyecto CAPAC tiene, además, la intención de ofrecer la certificación por parte de un organismo independiente, riguroso y con experiencia, generando así confianza en todas las partes interesadas, como es el caso de AENOR.
La finalidad de este proyecto es difundir y dar visibilidad al modelo desarrollado en las diferentes Comunidades Autónomas y al Ministerio de Sanidad para que pueda ser implementado en el ámbito nacional, reportando todas las ventajas que lleva asociado; y que un número significativo de hospitales públicos y privados se adhieran al Proyecto CAPAC logrando la certificación.
Basado en la evidencia científica para activar prácticas clínicas que suponen un mayor impacto en la supervivencia y retorno de la función cerebral de los pacientes después de una parada cardíaca, en especial aquellas incluidas en las recomendaciones del ERC (European Resuscitation Council).
El objetivo principal del Proyecto CAPAC es maximizar la supervivencia de los pacientes y minimizar los posibles daños neurológicos en aquellos que sufren una parada cardíaca extrahospitalaria y que son tratados en hospitales
Dos niveles de certificación
El papel de AENOR consiste en auditar de forma práctica todos los procesos asistenciales integrados que conforman el Proyecto CAPAC de las unidades de resucitación cardíaca que optan a la certificación, verificando que reúnen los máximos estándares de calidad y de seguridad necesarios para garantizar la mejor atención a estos pacientes.
Para ello la certificación dispone de dos niveles, en función de la dotación de recursos:
- Hospitales de Nivel I
- Hospitales de Nivel II
Así pues, el proceso de auditoría tiene como finalidad determinar la conformidad del Centro de Atención Posparada (CAP) con los requisitos de organización, instalaciones, equipos, recursos humanos y procesos para la prestación de la asistencia.
Para conseguir el certificado, los CAP deben someterse a tres fases fundamentales que incluyen una auditoria de toda la información documentada que sustenta el Proyecto CAPAC. Una verificación presencial de la implementación del proyecto en todas las áreas del CAP: Urgencias, UCI, Radiodiagnóstico, Laboratorio, Rehabilitación, Neurofisiología, Coordinación de trasplantes, etc..) y una fase final de explicación de desviaciones detectadas.
Para la obtención de este certificado, el equipo auditor de AENOR tiene en cuenta, entre otras cuestiones, que los centros dispongan como mínimo de un laboratorio de angiografía coronaria, disponible las 24 horas del día los siete días de la semana, un Servicio de Urgencias, una UCI y posibilidad de llevar a cabo el estudio por imagen de los pacientes, como ecocardiografía, tomografía computarizada y resonancia magnética como requisitos mínimos.
La auditoría que AENOR lleva a cabo en los hospitales que quieren optar a esta certificación se compone de las fases que se indican a continuación.
Fase documental
Se realiza presencial o en remoto, según se acuerde con el CAP. Se revisarán los procedimientos necesarios, protocolos y registros para dar cumplimiento a los requisitos de aplicación según lo establecido en el manual de referencia.
En ella se revisarán, al menos:
- Registros de calibración y mantenimiento de equipos.
- Procedimientos documentados para la coordinación con la atención entre niveles asistenciales.
- Protocolos documentados desarrollados para el diagnóstico diferencial de la causa de la parada, gestión del soporte vital, valoración del pronóstico neurológico, retirada del soporte vital y donación de órganos.
- Planes de formación.
- Información a familiares.
- Si ha habido eventos adversos o centinelas, análisis de estos y medidas correctivas y preventivas.
- Despliegue de indicadores.
Fase de visita al CAP
Supervisión in situ de los emplazamientos y servicios que se encuentran dentro del alcance, así como de los procesos definidos y de los registros documentos y prácticas.
Fase final de despacho
Se lleva a cabo en remoto y está destinada a resolver temas pendientes (documentos, registros, etc.), a la redacción del informe y su lectura a la organización del CAP.
El periodo de validez de la verificación de AENOR es de dos años. Tras ese periodo de tiempo, el CAP debe realizar un proceso de auditoría de renovación para comprobar que todo se encuentra bajo control y para verificar que se mantienen las condiciones que dieron lugar a la concesión inicial del certificado.
El equipo auditor de AENOR tiene en cuenta que los centros dispongan como mínimo de un laboratorio de angiografía coronaria, disponible las 24 horas del día los siete días de la semana, Servicio de Urgencias, UCI, así como asistencia al paciente con estándares de calidad y seguridad
El Proyecto CAPAC tiene ventajas para todas las partes involucradas. Para los pacientes, implica una mejora en la supervivencia que pasa por la reducción de daños neurológicos tras la parada. En el caso de los profesionales, implica una gestión más eficiente de los recursos disponibles, lo que minimiza los riesgos que puedan ocurrir en la asistencia de estos pacientes.
Por su parte, las organizaciones hospitalarias pueden demostrar con esta verificación que llevan a cabo su labor dentro de estándares de calidad establecidos. Y para la sociedad, supone una reducción de las cargas económicas asociadas al cuidado de pacientes con estados neurológicos desfavorables tras una parada cardiorrespiratoria.
En definitiva, AENOR da un paso importante para seguir acompañando a las organizaciones del sector sanitario y ayudarles a dar respuesta a nuevas necesidades y retos. En este caso, contribuyendo a mejorar los resultados asistenciales en pacientes que hayan sufrido una parada cardiorrespiratoria en situaciones críticas; y fortaleciendo el sistema de salud con un control riguroso sobre la prestación de la asistencia sanitaria avanzada desde una perspectiva de calidad y seguridad.
Experiencias
Certificación asistencial en paro cardíaco
Juan Carlos Ruiz Rodríguez
Jefe de Sección, Servicio de Medicina Intensiva
Presidente de la Subcomisión de Soporte Vital
Hospital Universitario Vall d’Hebron
La parada cardio-respiratoria extrahospitalaria (PCR-EH) es un problema sanitario de enorme magnitud e importante impacto social y económico a nivel mundial. En España, según el registro OHSCAR-3, se estima que anualmente se producen 13,340 casos con una supervivencia al alta hospitalaria de tan solo el 11,5 %, aunque esta varía mucho entre los diferentes hospitales y depende, fundamentalmente, de los cuidados posresucitacion que se apliquen. La asistencia a estos pacientes en centros especializados en atención a la parada puede mejorar la supervivencia.
En este contexto nace la certificación CAPAC (Certificación Asistencial en Paro Cardíaco) con el objetivo de implementar centros acreditados en la gestión de la parada cardíaca en los Servicios de Salud españoles. Los centros de parada cardíaca pueden ser de dos tipos: los de tipo I (centros dotados de todos los cuidados que, de acuerdo con el estado del arte, puede requerir un paciente recuperado de una PCR-EH) y los de tipo II (centros que disponen de los requisitos mínimos necesarios para proporcionar una asistencia de calidad conforme a los estándares vigentes).
El Hospital Universitari Vall d’Hebron ha sido el primer centro español en conseguir la certificación CAPAC tipo I. Dentro del hospital, el proceso de certificación ha sido liderado por la Subcomisión de Soporte Vital. Desde esta comisión, se creó el grupo de trabajo “CAPAC” formado por los miembros de Medicina Intensiva, de Urgencias, de la Dirección de Enfermería y de la Dirección Médica de la propia subcomisión y además por referentes de los servicios de Medicina Intensiva, Cardiología, Neurología, Neurofisiología y Coordinación de Trasplantes.
Para la certificación, ha sido necesario preparar y presentar la documentación relativa a todos los procesos que pueden estar relacionados con la atención a los pacientes recuperados de una PCR-EH: dotación de recursos (humanos, materiales y control de los equipos), procesos de atención a la parada cardíaca (protocolos sobre la coordinación con la atención entre niveles asistenciales, identificación de la causa de la PCR, gestión del soporte vital, neuropronóstico, retirada del soporte vital y donación de órganos, transición de cuidados del paciente al alta), requisitos de formación del personal sanitario, información y comunicación con los familiares y con los pacientes, y requisitos relacionados con el compromiso con la mejora continua.
La certificación consta de tres fases: revisión telemática de la documentación aportada, auditoria presencial en el centro donde se revisa el itinerario asistencial del paciente recuperado de una PCR-EH y la revisión de conformidades.
Para nuestro centro, la certificación CAPAC ha supuesto un examen de todos los procesos relacionados con la asistencia a la parada cardíaca y la generación de estrategias de seguimiento y control a través de indicadores específicos.
Sumar valor en la atención al paciente
María Cruz Martín Delgado
Jefa del Servicio Medicina Intensiva
Hospital Universitario 12 de Octubre
La parada cardíaca extrahospitalaria representa una patología con un importante impacto en la morbimortalidad de los pacientes y cargas económicas significativas derivadas de todo el proceso. Para asegurar los mejores resultados es necesario un enfoque multi e interdisciplinar para seguir la evidencia clínica disponible. Debe abordarse como un proceso desde la atención inmediata extrahospitalaria hasta el seguimiento de los pacientes que sobreviven al alta hospitalaria y evaluar los resultados a largo plazo
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) junto con la Sociedad Española de Cardiología (SEC), junto con AENOR, han elaborado una certificación que permite acreditar la excelencia para la atención de estos pacientes
El proceso de certificación nos ha permitido evaluar todo el proceso con una mirada multidisciplinar, redefinir algunas fases del proceso y analizar los recursos estructurales, humanos y organizativos para la atención de los pacientes. Nos ha permitido unificar un proceso y trabajar de forma colaborativa con otras especialidades aportando valor en las diferentes fases y mejorar la satisfacción de los equipos profesionales.
Asimismo, hemos podido detectar áreas de mejora tras la auditoría de AENOR y establecer acciones correctoras para asegurar la mejor atención en todo el proceso. La visión holística del proceso nos ha permitido agregar valor en algunas áreas como la activación única del proceso, la protocolización de la atención del paciente en el box vital de urgencias, consensuar la ubicación del paciente y el manejo durante su estancia en la unidad de críticos, y el seguimiento de los pacientes al alta de UCI incluyendo la valoración psicosocial de estos pacientes. Además, nos ha hecho posible mejorar partes del proceso, como la información a los pacientes y familias. Finalmente nos permitirá disponer de un registro para evaluar la calidad del proceso y los resultados y establecer líneas de investigación orientadas a mejorar el pronóstico de esta patología.
Los profesionales implicados han percibido el valor de este tipo de procesos y el acompañamiento por parte de AENOR durante estos meses.