Huella de Carbono para cumplir con la Ley de Cambio Climático

La futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece exigencias respecto a la Huella de Carbono. En particular, contempla criterios relativos a la reducción de emisiones y Huella de Carbono dirigidos específicamente a la lucha contra el cambio climático como consideración en los contratos del sector público. AENOR pone a disposición de las organizaciones tres marcas que respaldan las acciones que la organización haya realizado en su gestión de la Huella de Carbono: Cálculo, Reducción y Compensación.

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Experiencias

Menos humos

Antonio Burgueño
Director de Calidad y RSC
FCC Construcción

FCC Construcción llevó a cabo un considerable impulso en su estrategia de lucha contra el Cambio Climático en el ejercicio 2010, con el diseño e implantación de un protocolo para la cuantificación de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en construcción.

Comprometidos con la sostenibilidad

Félix Pérez
Director de Gestión de Energía
Urbaser

Urbaser es la empresa de referencia en la prestación de servicios municipales relacionados con el tratamiento de residuos, la recogida y limpieza viaria, el mantenimiento de playas, parques y jardines, servicios sociales, movilidad, servicios portuarios, etc.

Más allá del cumplimiento normativo

Alberto Ruiz
HSE & Sustainability Manager
Nutreco Iberia

Grupo SADA es la compañía líder en España especializada en la producción avícola integrada cuya actividad se centra en la gestión total del ciclo productivo de pollo, desde las gallinas reproductoras, incubadoras, granjas de cebo y plantas de procesamiento; hasta la distribución del producto final. Además pertenece al Grupo Nutreco, multinacional holandesa.

En detalle

Cursos, publicaciones y normas relacionadas

José Magro
Gerente de Medio Ambiente y RSC
AENOR

Desde la aprobación del Protocolo de Kioto en 1997, y muy especialmente desde su entrada en vigor en 2005, las empresas, independientemente de su tamaño y localización geográfica, han ido incorporando la variable carbono a su gestión. Actualmente, la sociedad está demandando productos más responsables con el medio ambiente, premiando a empresas que incorporan estos aspectos en sus políticas y en su quehacer diario. Términos como derechos de emisión, compensaciones, huella de carbono, cambios tecnológicos, mercados de emisiones o aumento de eficiencia han ido incorporándose al vocabulario empresarial y a los conceptos asociados a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y del resto de gases de efecto invernadero.

 

En este contexto, en España se ha dado un gran paso adelante al estar próxima la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Una ley muy ambiciosa y comprometida que se ha sometido a consulta pública para comentarios de los actores implicados antes de su trámite de información pública. En la misma, ya establece exigencias respecto a la Huella de Carbono. En particular, que la contratación de la Administración General del Estado y el conjunto de organismos y entidades del sector público estatal incorporará, como prescripciones técnicas particulares en los pliegos de contratación, criterios de reducción de emisiones y de huella de carbono dirigidos específicamente a la lucha contra el cambio climático, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público.

 

AENOR realizó las primeras verificaciones de gases de efecto invernadero en 2005 en el ámbito reglamentario (Esquema EU ETS). También en el plano voluntario viene realizando cada año esta actividad desde 2008 de forma acreditada, lo que respalda la adecuada competencia técnica y rigurosidad, a un creciente número de empresas en el ámbito nacional e internacional que calculan y verifican sus emisiones para así poder reducirlas. Y es que, lo que no se mide, no se puede mejorar.

 

El término Huella de Carbono se puede emplear para determinar la cantidad de Gases de Efecto Invernadero emitida y absorbida por efecto directo o indirecto de una organización, producto, evento, proyecto o individuo. En estos últimos años asistimos con expectación a la irrupción de nuevos esquemas en la integración del carbono en la gestión corporativa. Es el caso de la gestión de la Huella de Carbono en sus diferentes alcances: organización, producto, servicio, etc.

Huella de carbono de organización

Entre los beneficios del cálculo y gestión de la huella de carbono de organización, destacan, además del consabido compromiso ambiental, que puede aportar ventajas competitivas a las empresas en forma de acceso a nuevos mercados, reducción de costes vinculados a un ahorro de energía, adaptación a futuras normativas y responsabilidad corporativa, entre otras. Así, las grandes multinacionales han visto como esta gestión se hace imprescindible para obtener buenos resultados en los índices de sostenibilidad y reputación corporativa.

La Huella de Carbono corporativa se utiliza para determinar las emisiones que son consecuencia de las actividades de la propia organización. Entre ellas cabe destacar, por ser las más frecuentes, las emisiones procedentes de vehículos propiedad de la organización, de calderas alimentadas por combustibles fósiles, del consumo eléctrico o de los desplazamientos de los empleados. AENOR está acreditada por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) conforme a la Norma ISO 14065 para la realización de verificaciones de informes de emisión de gases de efecto invernadero y forma parte de las entidades reconocidas para la verificación de inventarios de GEI conforme al Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo, por el que se crea el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono. Esto otorga un valor añadido a las empresas verificadas por AENOR al contar con el respaldo de estas acreditaciones específicas, entre otras.

 

Han surgido diversos referenciales para cuantificar, reducir, reportar y verificar la Huella de Carbono de una organización como consecuencia del creciente interés de las organizaciones en su gestión. Inicialmente fue el GHG Protocol, una iniciativa conjunta de WRI (World Resources Institute) y de WBCSD (World Business Council for Sustainable Development), el referencial más utilizado por ser el pionero en esta materia. Sin embargo, a raíz de su publicación en el año 2006, la Norma ISO 14064, que consta de tres partes, ha cobrado un especial protagonismo en este campo. La parte 1 está enfocada a organizaciones, la parte 2 a proyectos de reducción de emisiones o de aumento de remociones, y la parte 3 es la que determina cómo llevar a cabo las verificaciones, ya sean de tipo interno o externo.

 

De manera adicional, algunos sectores de actividad particulares han desarrollado nuevos referenciales con la finalidad de establecer unos criterios más específicos a su realidad y, al mismo tiempo, proporcionar una guía para las organizaciones del sector correspondiente. Es el caso de Airport Carbon Accreditation, referencial desarrollado por ACI (Airports Council International) EUROPE and ACI ASIA-PACIFIC, centrado en la gestión de aeropuertos; el Protocolo ENCORD, desarrollado por los miembros de ENCORD (European Network of Construction Companies for Research and Development) orientado al sector de la construcción; y el protocolo para la cuantificación de emisiones de gases de efecto invernadero en actividades de gestión de residuos, desarrollado por el grupo de trabajo de Entreprises pour l’Environnement, compuesto por las empresas Seche Environnement, Suez Environnement y Veolia Environmental Services. Hay que resaltar que todos estos referenciales sectoriales están basados tanto en la Norma ISO 14064-1 como en el GHG Protocol.

Tabla 1. Requisitos clave de la Norma ISO 14064-1

Tabla 1. Requisitos clave de la Norma ISO 14064-1

Los certificados de AENOR

AENOR pone a disposición de las organizaciones tres marcas que respaldan las acciones que la organización haya realizado en su gestión de la Huella de Carbono: Cálculo, Reducción y Compensación. En la primera, sólo se calcula la Huella de Carbono; en la segunda, además, se respaldan las acciones de reducción efectivas que se hayan logrado; y en la tercera, la organización tiene que demostrar la compensación de sus emisiones a través de compras de créditos de carbono o de absorciones efectuadas.

 

Hasta el momento, cerca de 200 organizaciones de todo tipo de sectores han decidido verificar con AENOR su Huella de Carbono de manera voluntaria. La mayoría solicitan de forma adicional la verificación de sus acciones de reducción. Entre ellas se encuentran grandes multinacionales como Telefónica, Iberdrola y Endesa, que incluyen en su alcance todas sus actividades en el ámbito mundial. O FCC Construcción y Grupo Ortiz para sus actividades en España en el sector de la construcción; Repsol Química con alcance en España y Portugal; Enagás en el sector del gas y Ercros con alcance en España para el sector químico. También hay organizaciones en el ámbito alimentario, como Domecq, Freixenet y el Grupo Sada; en transporte, como Alsa e Interbus; Unipapel en la industria papelera; y la Confederación Hidrográfica del Guadiana en las Administraciones Públicas. Dentro de la gestión de los aeropuertos, AENOR ha verificado la Huella de Carbono de los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Lanzarote, Málaga y Palma de Mallorca, gestionados por AENA.

 

Hay que destacar que AENOR ha verificado cerca del 30 % de las entidades de las que deben someterse a este trámite para inscribirse en el registro de Huella de Carbono del Ministerio de Transición Ecológica. En el ámbito internacional, ha verificado la Huella de Carbono de varias organizaciones como la LATAM Airlines Group, Cementos Progreso en Guatemala, Minera Collahuasi en Chile o Pacífico Seguros en Perú.

¿Cómo puedo financiar mi huella?

Para fomentar no solo el cálculo, sino la reducción de emisiones, existen diferentes iniciativas e incentivos económicos para apoyar estas reducciones, entre los que destacan principalmente dos. Se trata de los Proyectos Clima, centrado en los sectores difusos (transporte, residencial, residuos, agricultura, etc.); y el Proyecto PIMA, enfocado a aquellas empresas inscritas en la “sección a)” del comentado Registro de Huella de Carbono (RD 163/2014). Para poder acceder a estos incentivos es necesario que los proyectos hayan sido verificados por una entidad acreditada, como es el caso de AENOR.

 

Proyectos Clima. Promovidos por el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), persiguen promover la reducción de emisiones GEI en los sectores denominados difusos; esto es, los que no están regulados por el sistema de comercio de derechos de emisión. Tienen un carácter estrictamente español y son un ejemplo para otros países europeos que buscan potenciar las reducciones internas de emisiones GEI. Las reducciones producidas por estos proyectos, tras ser verificadas por una entidad autorizada por el MITECO, como AENOR, las compra el Gobierno de España y se detraen del Inventario Nacional de Gases Efecto Invernadero. Desde el año 2012, AENOR ha sido la certificadora elegida para verificar cerca de 40 proyectos.

 

Proyecto PIMA. El 6 de noviembre de 2015 se aprobó por acuerdo del Consejo de Ministros el Plan de Impulso al Medio Ambiente para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector empresarial, PIMA Empresa. Asimismo, se creó el ya comentado registro de Huella de Carbono, legislado por el Real Decreto 163/2014 que regula la adquisición de créditos de carbono por parte del Fondo de carbono para una economía sostenible en el marco de dicho Plan y que cuenta con una dotación presupuestaria de 5.000.000. El plan se dirige a aquellas empresas inscritas en la sección a) del Registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono regulado por el Real Decreto 163/2014. Para que un proyecto sea elegible dentro de este plan es necesario que consiga reducciones de emisiones de alcance 1, es decir, emisiones directas de gases de efecto invernadero. Quedan excluidas las emisiones indirectas (alcance 2 y 3). Así, se contemplan actuaciones orientadas hacia la eficiencia en el uso de la energía, las energías renovables, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de proceso y la sustitución de gases fluorados por otros de menor potencial de calentamiento global.

Para fomentar no solo el cálculo, sino la reducción de emisiones, existen diferentes iniciativas e incentivos económicos para apoyar estas reducciones, como los Proyectos Clima y el Proyecto PIMA. Para poder acceder a estos incentivos es necesario que los proyectos hayan sido verificados por una entidad acreditada, como es el caso de AENOR

Huella de carbono de producto

El segundo de los ámbitos en los que la Huella de Carbono juega un papel relevante es en la comercialización de los productos y en el ámbito del marketing. Y es que, en un mundo globalizado, en el que una parte significativa de la población con poder de compra está localizada en regiones cuyas necesidades básicas han sido cubiertas hace tiempo, ha surgido paulatinamente la voluntad de adquirir productos que no sólo cumplan con las especificaciones técnicas y de calidad que garanticen su usabilidad o su salubridad, sino que también permitan al consumidor tomar decisiones racionales para reducir el impacto ambiental asociado. Se trata, por tanto, de poner la información en manos del consumidor, de permitir que se involucre en el engranaje de una economía baja en carbono y convertir el gesto de la compra en una llamada de atención a productores y legisladores. El objetivo es avanzar para alcanzar fórmulas que permitan reducir el impacto de la actividad económica sobre el medio ambiente en general y el cambio climático en particular. En las prescripciones técnicas citadas anteriormente en el marco de la Ley 9/2017, se espera que también sean aplicables a productos.

 

AENOR ha certificado la Huella de Carbono de más de 70 productos, en sectores como el alimentario, materiales de construcción, metalúrgico o calzado, entre otros. En este ámbito, se concede el certificado AENOR Medio Ambiente CO2 Calculado, que acredita la veracidad del cálculo de la Huella de Carbono. Es decir, el conjunto de emisiones GEI que genera un producto, como por ejemplo, un vino, durante todo su ciclo de vida, desde el cultivo hasta la valorización del envase.

Experiencias

Comprometidos con la sostenibilidad

Félix Pérez
Director de Gestión de Energía
Urbaser

Urbaser es la empresa de referencia en la prestación de servicios municipales relacionados con el tratamiento de residuos, la recogida y limpieza viaria, el mantenimiento de playas, parques y jardines, servicios sociales, movilidad, servicios portuarios, etc.

 

Es fácil deducir que, en última instancia, nuestro principal cliente es la Administración Pública y, por tanto, cualquier ciudadano. Por ello, pensamos en aportar lo que estuviera en nuestra mano en pro de la sostenibilidad calculando nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, nuestra Huella de Carbono, como empresa responsable y socialmente comprometida. Decidimos hacerlo bien, calculando voluntariamente nuestra Huella de Carbono de la Organización, verificándola externamente mediante un tercero, AENOR, y registrando la parte nacional en la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) como fedataria de ello.

 

Consultamos a expertos, entre ellos AENOR que fue de gran ayuda, y como era necesaria una herramienta de cálculo adhoc para nuestro sector, decidimos crear una propia -nada mejor para aprender y comprender-. Así surgió urgeCO2 } que desde el primer año de implantación en 2013 ha dado excelentes resultados.

 

Hay un antes y un después del cálculo de la Huella de Carbono, de la que ya se habla en toda la organización. Calcularla nos ha hecho medirnos internamente, descubrir multitud de puntos de mejora, nos ha proporcionado una información global, impensable de no ser por la Huella de Carbono, que ha sido sometida a una estricta analítica con excelentes resultados.

 

Para nuestros clientes, la verificación y posterior registro de la Huella de Carbono, garantiza los resultados, que en parte son también los suyos, demostrando, una vez más, nuestro grado de compromiso en la consecución de sus objetivos ambientales. Lo que Urbaser acometió como un proyecto voluntario es ya un requisito ineludible en la contratación pública. En el momento de escribir esta experiencia, Urbaser figura en el registro de Huella de Carbono de la OECC con el sello Reduzco. Queremos desde aquí dar las gracias a AENOR.

Experiencias

Menos humos

Antonio Burgueño
Director de Calidad y RSC
FCC Construcción

FCC Construcción llevó a cabo un considerable impulso en su estrategia de lucha contra el Cambio Climático en el ejercicio 2010, con el diseño e implantación de un protocolo para la cuantificación de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en construcción, con ocasión de su participación en la redacción del referencial sectorial de la European Network of Construction Companies for Research and Development (ENCORD) que, con el logo Built on GHG Protocol, constituye la guía sectorial de GHG para construcción.

 

Desde entonces, la compañía elabora y verifica anualmente su informe de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) conforme a los requisitos establecidos en la Norma UNE-ISO 14064-1:2012 Gases de efecto invernadero. Parte 1: Especificación con orientación, a nivel de las organizaciones, para la cuantificación y el informe de las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero y al citado referencial sectorial. Se ha convertido en la primera empresa constructora española en verificarlo por AENOR y cuenta, desde 2012, con el certificado AENOR Medio Ambiente CO2 verificado que acredita tanto la veracidad del cálculo como la inclusión de la gestión de los GEI en el sistema y estrategia de la organización. Esta iniciativa fue galardonada en 2012 con un accésit en la categoría Gestión para el desarrollo sostenible de los Premios Europeos de Medio Ambiente, concedidos por la Fundación Entorno. Asimismo, FCC Construcción inscribe sistemáticamente sus huellas de carbono en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción creado en 2014 por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, convirtiéndose en la primera empresa constructora en figurar en dicho listado público.

 

El trabajo realizado nos ha servido para detectar las actividades que producen más emisiones GEI, emprender actuaciones para reducir o evitar las emisiones, sensibilizar a trabajadores propios, proveedores y subcontratistas, y comunicar interna y externamente ejemplos sectoriales de Buenas Prácticas. Asimismo constituye un elemento diferenciador cada vez más valorado por nuestros clientes y otras partes interesadas.

Experiencias

Más allá del cumplimiento normativo

Alberto Ruiz
HSE & Sustainability Manager
Nutreco Iberia

Grupo SADA es la compañía líder en España especializada en la producción avícola integrada cuya actividad se centra en la gestión total del ciclo productivo de pollo, desde las gallinas reproductoras, incubadoras, granjas de cebo y plantas de procesamiento; hasta la distribución del producto final. Además pertenece al Grupo Nutreco, multinacional holandesa.

 

En Grupo SADA siempre hemos trabajado en temas que van más allá del simple cumplimiento normativo. En el año 2010, nuestra matriz de Nutreco en Holanda comenzó un proyecto para el cálculo de emisiones (Alcances 1 y 2) para todos sus centros productivos en el ámbito mundial. La coordinación de ese proyecto recayó en España y, junto con un equipo de personas distribuidas en diferentes países, pudimos liderar y aprender la metodología que hay detrás de las diferentes normas y estándares. Desde el primer momento, vimos claro que la participación en dicho proyecto nos facilitaría la obtención de la certificación AENOR según la Norma ISO 14064. Fuimos la primera compañía en el sector de alimentación certificada y la octava compañía certificada en España.

 

El proceso de certificación y sus posteriores renovaciones revisan en detalle las diferentes fuentes de combustibles y los factores de conversión que utilizamos. Asimismo, se valida el proceso de compra de garantías de origen (GdOs - instrumento que acredita que una cantidad de electricidad ha sido producida por fuentes renovables).

 

Pasados todos estos años, y mirando atrás, nos damos cuenta que es ahora, en los dos últimos años, donde realmente, y a través de los cuestionarios que cumplimentamos para nuestros clientes de la distribución moderna donde más se está valorando y teniendo en cuenta el trabajo realizado en estos ocho años.

 

“No venderemos más por tener la certificación, pero tampoco menos. Es un tema de responsabilidad”, suelo comentar en foros internos. Este tipo de certificaciones son valoradas cada vez más por los clientes, puesto que los consumidores son cada vez más conocedores y respetuosos con el medio ambiente.

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