Juan Manuel García
Gerente Sector Energía
AENOR
Analizando la evolución de los esfuerzos que se han venido realizando por todos los actores implicados en los procesos de prestación de servicios energéticos, la amplia variedad de sus modelos, los trabajos y alcances desarrollados y los sectores abordados, en este sector se ha llegado a la conclusión de que es necesario unificar y hacer comparables los resultados que se obtienen. En este marco, la Norma UNE 216701 se convierte en una herramienta fundamental para conseguir este objetivo. Describe los requisitos de clasificación que debe tener un Proveedor de Servicios Energéticos (PSE) para que pueda ser utilizado como referencia que impulse la promoción de medidas de ahorro y eficiencia energética desde una perspectiva económico-financiera, a partir de las propuestas de mejoras técnicas de una auditoría energética.
Esta circunstancia toma un especial relieve si atendemos al dictamen de la Comisión de Expertos de Transición Energética. En su Resumen Ejecutivo de abril de 2018, relativo a la Promoción de la mejora energética continua de los procesos industriales, determina que es necesario incrementar los niveles de conocimiento sobre los consumos y los costes energéticos en su actividad y mejorar en la incorporación de sistemas de certificación energética. Para alcanzar cotas de eficiencia superior a las logradas mediante mecanismos de mercado, las políticas públicas de fomento, tales como ayudas a la inversión, exenciones fiscales o mediante empresas de servicios energéticos, deberían centrarse en aquellas medidas cuya rentabilidad hace más difícil que sean acometidas por las empresas.(…)Es importante contar con señales económicas o con regulaciones específicas que permitan reducir la demanda de servicios energéticos mediante cambios de comportamiento, y con ello, facilitar el cumplimiento de los objetivos de ahorro energético, más allá de lo que permite el cambio tecnológico. Esto es más importante aún si los objetivos se sitúan en niveles del 30 o 35 %. Para alcanzarlos sería crítico contar con las medidas de ahorro energético en edificios y en transporte.
Todo ello, unido al Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética 2017-2020, que establece medidas legislativas en la promoción de los servicios energéticos y medidas de apoyo económico para la contratación de servicios energéticos, proporciona un marco de referencia óptimo para el desarrollo de la actividad de prestación de servicios energéticos.
La respuesta de AENOR
En el caso de la clasificación de Proveedores de Servicios Energéticos, aporta transparencia, rigurosidad y eficacia en la planificación técnico-económica para la ejecución de un servicio/proyecto energético; desarrolla procedimientos, estrategias y evolución a largo plazo para asegurar la viabilidad de un proyecto energético; identifica medidas de ahorro y eficiencia energética o genera la confianza necesaria para la obtención de líneas de ayuda, financiación pública o privada, y favorecer la discriminación positiva en licitaciones. El planteamiento económico justifica las expectativas de éxito del PSE y es fundamental para conseguir su financiación, ayudas o socios capitalistas. Por lo tanto debe mostrar la viabilidad económica-financiera del Proveedor de Servicios Energéticos y supone su primera imagen ante terceras partes. Así, la certificación como Proveedor de Servicios Energéticos Clasificado de acuerdo con la Norma UNE 216701 nace como una demanda del sector energético español de establecer los requisitos que debe tener un Proveedor de Servicios Energéticos (PSE) para ser clasificado en una o varias de las categorías, de forma que los servicios que presta puedan ser comparables y descritos con precisión. AENOR cuenta en la actualidad con 80 certificados de Proveedores de Servicios Energéticos.
La certificación contempla tres clasificaciones de proveedores de servicios energéticos, que realizan total o parcialmente alguna de las siguientes actividades: las auditorías/consultorías energéticas; las condiciones energéticas que hay que garantizar, las prestaciones incluidas, la operación, el mantenimiento, el plan de medida y verificación; y las inversiones inmateriales, de obras o suministros afrontando cierto grado de riesgo económico a través de un contrato de rendimiento energético. (Ver figura 1)
Dentro de cada tipo, el PSE se clasificará en una categoría 0, 1, 2 o 3 en función de los siguientes parámetros: facturación en alguno de los tres últimos años; importe del mayor contrato formalizado en los últimos tres años; número medio de arquitectos/ingenieros en plantilla, y número de CC. AA. donde ha trabajado los últimos tres años.
Aun siendo un sector ampliamente arraigado en países del Norte de Europa y de América, y a pesar de las iniciativas que en el ámbito legislativo y político se han llevado a cabo, las empresas de servicios energéticos, protagonistas clave en el proceso de mejora de la eficiencia energética, presentan aún un gran potencial de desarrollo en España. La Norma UNE 216701 y la certificación de sus requisitos pretenden ser un revulsivo para conseguir superar este vacío competitivo entre regiones. Por su parte, el mercado de la energía está en auge. El crecimiento del sector propicia la entrada al mercado de un importante volumen de proveedores que ofrecen un elevado número de servicios energéticos distintos. Para el comprador, la oferta es confusa y dispersa, lo que dificulta y alarga su proceso de decisión. Esta certificación le ayuda en este proceso.
Facilitar el proceso
Dentro de la gama de actividades desarrolladas por estos profesionales en las distintas disciplinas, el objetivo último de una buena prestación del servicio es conocer el grado de cumplimiento del contrato y la buena marcha del mismo, informando en su caso de las discrepancias existentes y permitiendo el establecimiento de medidas correctoras. Esto supone exponer las actividades del PSE desde el punto de vista económico, con el fin de demostrar que es la propuesta más adecuada para la consecución de los objetivos económicos y financieros de maximizar los beneficios y minimizar el riesgo.
Como ocurre en la mayor parte de los mercados B2B (entre empresas), el proceso de decisión del comprador de servicios energéticos es largo y complejo. Para la persona designada por la organización en gestionar la energía supone una importante responsabilidad, ya que se trata de servicios que perduran en el tiempo y pueden repercutir en el proceso productivo o de prestación de servicios de su organización o reputación de marca. Es por ello que debe asegurarse de que trabaja con los partners adecuados que le ofrezcan todas las garantías.
Por otro lado, las medidas de mejora implican, en muchos casos, la adquisición de nuevos equipos. El Comprador de Servicios de Energía necesita, por tanto, asegurarse de que éstos cumplen con las especificaciones y la calidad necesarias para que tales ahorros se produzcan y se consoliden en el tiempo, requiriendo, por tanto, de los servicios de operación y mantenimiento adecuados.
El Comprador de Servicios de Energía necesita asegurarse de que éstos cumplen con las especificaciones y calidad necesarias para que se produzcan los ahorros deseados y se consoliden en el tiempo, requiriendo, por tanto, de los servicios de operación y mantenimiento adecuados
Todo ello requiere una inversión, por lo que el Comprador de Servicios de Energía necesita comprender y, sobre todo, confiar en el modelo de financiación y amortización que elija. Como último paso, el Comprador de Servicios de Energía debe conocer los mecanismos de comunicación de la eficiencia conseguida hacia los distintos grupos de interés, esto es, administraciones públicas, clientes, accionistas, etc. De este modo, en la medida en que el Proveedor de Servicios Energéticos clarifique su oferta, ofreciendo el mayor número de garantías a su potencial cliente, el proceso de compra disminuirá en complejidad y se acortará la toma de decisión del cliente. Así, para agilizar su proceso de decisión, se necesita un mercado estructurado en el que la oferta de servicios esté clara; y elementos de confiabilidad sobre la experiencia y capacidades técnicas de sus proveedores de servicios energéticos.
Ventajas de la certificación
Son muchas las ventajas que las organizaciones obtienen con la certificación de Proveedores de Servicios Energéticos según la Norma UNE 216701, pero resultan fundamentales las siguientes:
- El proveedor ofrece un valor diferencial y el comprador acorta su proceso de búsqueda.
- Al aportar confianza, el comprador de servicios de energía, no necesita asegurarse de que el proveedor tiene suficiente experiencia y ha abordado proyectos similares.
- La confianza ofrecida por el Proveedor de Servicios Energéticos va más allá de los clientes.
- Inclusión en el Registro de Proveedores de Servicios Energéticos Clasificados publicado en la web de AENOR.
- El Certificado como Proveedor de Servicios Energéticos Clasificado.
Figura 1. Tipos de proveedores de Servicios
Figura 2. Proceso de evaluación de la conformidad con la Norma UNE 216701
Opinión
Información fiable
José Antonio de Lama
Director de Servicios Energéticos
Clece
La Norma UNE 216701:2018 de Clasificación de Proveedores de Servicios Energéticos (PSE) es un avance para todos los que trabajamos en este sector. Creemos que aporta transparencia al ofrecer información fiable a los responsables de las estrategias de ahorro energético de instituciones públicas y privadas a la hora de tomar, con mayores garantías, la decisión de la elección de un proveedor de servicios energéticos de calidad con el que trabajar.
Esta clasificación arroja luz sobre la tipología de proveedores de servicios energéticos existentes estableciendo parámetros que permiten una comparativa más objetiva de la calidad de los servicios. Algo que redundará en una mejora de la confianza del mercado y de la eficiencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con los objetivos de la Unión Europea.
Opinión
Sumar confianza
Rodrigo Morell
Director
Creara Energy Experts
La publicación del Real Decreto 56/2016 animó a muchas empresas a incorporar la realización de auditorías energéticas a su cartera de servicios. Con muchos más competidores, muchos sin trayectoria ni experiencia, se inició en el sector una batalla de precios que no vino acompañada de una diferenciación clara de indicadores de calidad, factor clave en las auditorías. Así, las grandes empresas se enfrentaron con cierto desconcierto a los procesos de contratación de auditorías.
Según la categorización propuesta por la nueva Norma UNE 216701, por nuestra experiencia, Creara se encuadraría como proveedor de inversión, y de auditoría y consultoría energética. En esta última clasificación hemos obtenido el nivel máximo, lo que avala el cumplimiento de criterios como volumen de facturación, número de técnicos, importe de los contratos y número de comunidades autónomas en las que trabajamos. Esto nos permite presentarnos en un entorno altamente competitivo como una empresa de confianza, con experiencia contrastada en la prestación de servicios energéticos de calidad.
Opinión
Garantías para el cliente
Ignacio Muñoz Martín
Director Técnico
Departamento de Mantenimiento e Instalaciones
Grupo Eulen
La Norma UNE 216701:2018 supone una mejora sustancial en la clarificación del sector. En lo que respecta a los posibles clientes, públicos o privados, significa una garantía sobre la solvencia técnica de la empresa que va a contratar. También supone una simplificación en los procesos de selección entre varias empresas candidatas, ya que la valoración de la solvencia está previamente realizada por una entidad de certificación de total confianza. Evita el intrusismo y las improvisaciones, clarificando los diferentes niveles de capacidad de participación de cada empresa en el sector.
La posibilidad de partir con una categoría sin experiencia indica una declaración de intenciones de una empresa que quiere intervenir en el sector. Dicha categoría irá aumentando según vaya ampliando su experiencia. Se trata de una norma inclusiva que aporta garantías a los clientes del sector respecto a la solvencia de la empresa con la que va a compartir un contrato durante años.
Opinión
Demanda del sector
Antonio J. Aguilar
Responsable de Servicios Energéticos
Ferrovial Servicios
La norma de referencia para la certificación de proveedores de servicios energéticos atiende a una demanda importante del sector de los servicios energéticos, tanto por parte de las empresas como de los propios clientes. La clasificación y regulación del proveedor de esta actividad entendemos que era necesaria, por lo que la certificación aportará seguridad en la viabilidad de la ejecución de los proyectos y facilitará la correcta elección del PSE más adecuado al perfil de proyecto. Lo que también supondrá un impulso en la confianza para la licitación y contratación de los servicios energéticos y, por tanto, para el sector.
Es importante destacar el amplio consenso existente en el sector de los servicios energéticos sobre esta norma UNE. Además, el proceso para su certificación está planteado de una forma sencilla y basada fundamentalmente en la demostración de la experiencia y los medios de la empresa en la actividad.
Opinión
Cumplir según la legislación
Javier Mañueco
Socio Gerente
SinCeO2
La certificación según la UNE 216701 implica el reconocimiento de que los trabajos que realizamos se ejecutan con altos estándares de calidad y cumplen con los criterios legislativos marcados desde Europa. Supone la conformidad de los contenidos de las auditorías y otra documentación del sistema de gestión con los criterios legales de verificación de auditorías energéticas; y la evaluación del cumplimiento de los requisitos legales, reglamentarios y contractuales aplicables, de la eficiencia para cumplir los objetivos marcados y las potenciales áreas de mejora de la organización.
Además, reconoce que los trabajos cumplen con los requisitos del RD 56/2016, como datos operativos actualizados, medidos y verificables de consumo de energía; examen pormenorizado del perfil de consumo, informes e inventario de los principales sistemas consumidores y aporte de las características técnicas de los elementos que componen estos sistemas; evaluación del mantenimiento predictivo y preventivo, y del rendimiento energético de los elementos; y mejoras propuestas fundamentadas en criterios de rentabilidad y en el análisis del coste del ciclo de vida.