Juan Manuel García
Mánager Sector Energía
AENOR
Los Certificados de Ahorros Energéticos (CAE) surgen como un nuevo mercado con el objetivo de valorizar los ahorros energéticos y promover la inversión eficiente de la energía. Se trata de documentos en los que se garantiza y cuantifica la reducción en consumo energético conseguida por unas determinadas actuaciones en materia de eficiencia energética implantadas por consumidores, asignándolas a un propietario (Sujeto Obligado) de forma única.
El sistema CAE constituye una alternativa voluntaria al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE). Esto permite a comercializadoras, operadores de petróleo y gas licuado al por mayor dar cumplimiento a sus obligaciones de ahorro energético mediante la presentación de un Certificado de Ahorro Energético (CAE) verificado por una entidad acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), como es el caso de AENOR.
El certificado de Ahorro Energético repercutirá en un aumento de los proyectos en eficiencia energética que contribuyen y son esenciales para el cumplimiento de los objetivos de descarbonización y competitividad en la UE.
Además, la verificación de certificados de ahorro energético ofrece la oportunidad a los consumidores de beneficiarse económicamente de las medidas de ahorro y eficiencia energética implantadas, tanto por la rebaja de los costes de energía, como por la rentabilización de los ahorros energéticos conseguidos.
La inversión acumulada prevista se sitúa en una cantidad superior a los 41.000 millones de euros hasta 2030. A lo que se debe unir una solicitud reglamentaria creciente de Nivel de demanda y de equivalencia financiera (€/[MWh/año]).
Hay dos tipos de actuaciones susceptibles de convertirse en CAE:
- Las actuaciones estandarizadas. En esta modalidad es preciso que exista una ficha que contemple la actuación. La metodología de cálculo del ahorro ya está validada en la propia ficha.
- Las actuaciones singulares. Se trata de una actuación que no se puede justificar con la suma de varias fichas debido a su complejidad o cantidad de ahorro.
¿En qué consisten los CAE?
Fundamentalmente consiste en encajar la demanda de los Sujetos Obligados (SO)/Sujetos Delegados (SD) -que son responsables de generar ahorros y tienen el interés en cumplir su obligación al menor precio-, con la oferta de los propietarios de los ahorros -que son los responsables de la inversión en la actuación de eficiencia energética y quieren hacer su tasa de retorno más atractiva. Esto se articula a través del producto CAE (cuya unidad de medida kWh año tiene un valor económico) mediante un convenio entre las partes (Mercado CAE).
Para el funcionamiento del Sistema CAE se precisa un ecosistema de Agentes, esto es, Administración pública para gestión y arbitraje, verificadores, inspectores, intermediarios, empresas de servicios energéticos (ESE), fabricantes, instaladores o ingenierías. Y Elementos como convenios, catálogo/fichas actuaciones replicables, procedimientos singulares o plataforma tecnológica.
Así pues, los actores que participan o podrían participar en el sistema son:
- Sujetos Obligados (SO). Su propósito es cumplir con su obligación de ahorro impuesta.
- Sujetos Delegados (SD). Son agentes cuyo objetivo es cumplir los compromisos de obtención de ahorros mediante CAE definidos mediante un contrato de delegación con cada SO (intermediarios), deben estar acreditados por la Dirección General de Política Energética y Minas (DGPEM).
- Intermediarios Sistema CAE. (Instaladores/ Subcontratistas). Son actores contratados por los SO o SD para conseguir ahorros, buscar o ejecutar acciones de ahorro energético. No pueden solicitar expedientes ni comprar/vender o liquidar.
- Usuarios finales. Son los beneficiarios del Ahorro Energético. Su objetivo es favorecerse y monetizar los ahorros energéticos. Son los que llevan a cabo la inversión para ahorrar energía y los propietarios de los ahorros/año que genere la actuación. Mediante el Acuerdo CAE, el ahorro pasa del propietario inicial al SO/SD a través de una contraprestación que no se trata de una subvención ni está sujeta a la reglamentación de ayuda de estado.
- Verificador. Aporta credibilidad del certificado de ahorro. Se trata de un Organismo Evaluador de la Conformidad que acredita ENAC mediante procesos distintos para actuaciones estandarizadas definidas en las fichas de catálogo y para actuaciones singulares según especialidades. Son los responsables de emitir un dictamen sobre los ahorros conseguidos, el dictamen favorable de una actuación o actuaciones es preceptivo para la presentación, por parte del SO/SD, del expediente para la solicitud de emisión de CAE ante el Gestor Autonómico.
- Gestor Autonómico. Autoridad validadora del Sistema CAE. Su función es promover las actuaciones de ahorro en su territorio y emitir los CAE.
- Coordinador Nacional. Autoridad Supervisora y reguladora del Sistema CAE. Su designio es crear un Sistema CAE eficiente para cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC/DEE); acreditación de SD; recepción de CAE emitidos por las CC. AA. e inscripción en el Registro Nacional de CAE; trazabilidad de la titularidad del CAE en las operaciones compra/venta; contabilización de liquidaciones de CAE; reporte a la UE de ahorros, revisión y comprobación periódica del correcto funcionamiento de todo el Sistema de CAE; gestión del sistema en aquellos casos en que la actuación de ahorro de energía exceda el ámbito territorial de una Comunidad Autónoma; publica OM de Catálogo CAE y sus actualizaciones.
Cumplir los objetivos de descarbonización
Las principales ventajas de esta nueva metodología CAE es que supone una gran oportunidad con una importante diversidad de beneficiarios que contribuye al cumplimiento de objetivos de descarbonización de la sociedad; ayuda a la mejora de la competitividad del país y en general para el conjunto de la UE permitiendo a los consumidores finales obtener un redito económico; aumenta el valor e innovación del sector de eficiencia energética; y genera confianza entre los distintos participantes, ya que la verificación es un proceso con un elevado componente técnico.
La figura del verificador de ahorro energético, como AENOR, se establece como una de las piezas clave del sistema y se articula con el objetivo de alcanzar una mayor agilidad en la emisión de CAE.
El flujo del proceso del sistema CAE empieza con la ejecución de la actuación de eficiencia energética, que incluye la firma del convenio y la ejecución de la medida. Continua con la verificación independiente posterior a la preparación del expediente; prosigue con la presentación de la solicitud CAE; la posterior validación y emisión del CAE con registro Nacional; la compraventa del CAE y liquidación de las obligaciones; y, por último, se lleva a cabo la inspección, control y régimen sancionador.
El Sistema CAE es diferente a otros entornos de ayudas en el ámbito de la eficiencia energética. En primer lugar, no se trata de una subvención y cuenta con estructura de relación comercial entre compañías con la Administración pública como coordinador. Además, dispone de recursos privados elevados con formula de mercado en el que todos los participantes resultan beneficiados. Este sistema se mantendrá en vigor al menos hasta el 2030 con un aporte anual de más de 1.000 millones de euros.
Se trata de una solución definitiva para la eficiencia energética y una apuesta segura de triunfo. Y es que, realizando una semejanza con el acertado ejemplo francés en el que está basado el sistema en España, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) entre el arranque de ese modelo en el año 2008 y el 2023 ha supuesto que toda la energía tramitada mediante CAE en el primer año inicial se gestionó tan sólo en 44 horas en el último año. Es, por tanto, una solución duradera, atrayente, predecible y rápida.
Opinión
Impulso a la eficiencia en el uso de la energía
Jacobo Llerena
Subdirector General de Eficiencia Energética
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Que la energía es un bien escaso es algo que sabemos desde el inicio de la Revolución Industrial, y ya los primeros economistas se encargaron de estudiar las técnicas de mercado para gestionar este bien: su transformación, su distribución y la formación de su precio. Las novedades de estas últimas cinco décadas son, en primer lugar, la conciencia de nuestra vulnerabilidad estratégica ante un bien exógeno y no renovable que consumimos a un ritmo creciente; y en segundo lugar la constatación de que, principalmente con la energía, producimos un impacto en el clima (y no sólo en el clima) que quizá apenas estamos empezando a imaginar.
La eficiencia en el uso de la energía es desde los años 70 uno de los pilares fundamentales de la gestión de estos recursos, pero es ahora cuando le estamos imprimiendo un impulso sensacional a todas las técnicas de ahorro energético. Este impulso viene dado por el nuevo mercado de Certificados de Ahorro Energético (CAE), con el que derivamos la obligación de ahorro que ya tenían las empresas suministradoras de energía a que inviertan libre y directamente en actuaciones de eficiencia energética.
Esta nueva herramienta de mercado produce dos elementos positivos. En primer lugar, se sustenta en el sistema de medición de ahorros más transparente y preciso que hemos tenido nunca; y en segundo lugar, incentiva a las distintas actuaciones en función de sus resultados, y no de su inversión; algo muy lógico y diferente al sistema de subvenciones. Adicionalmente, el entorno de mercado competitivo en el que se enmarca el sistema requiere una necesaria y práctica colaboración entre las instituciones públicas y privadas, incentivando la responsabilidad y el liderazgo en ambos sectores.
Para que este sistema funcione exitosamente es necesario vigilar y asegurar todos sus procesos; y el proceso de verificación de las actuaciones que realizan empresas como AENOR es quizá la garantía más importante para ofrecer credibilidad. Es por esto que animamos a todos los agentes del sistema, y muy particularmente a los verificadores, a volcar todo su talento en contribuir a la consolidación del sistema CAE. Con esto conseguiremos no solo construir una sociedad más sostenible, sino desarrollar nuevas oportunidades de negocio a su alrededor.
CAE en edificios e instalaciones: clave para la rehabilitación energética y sostenibilidad
Francisco Javier Sigüenza
Secretario General
Asociación de Empresas de Mantenimiento Integral y Servicios Energéticos (AMI)
El sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) se configura como un pilar fundamental en la búsqueda de la eficiencia energética en los edificios e instalaciones. Su concepción como un mecanismo normativo y de incentivos, va a jugar un papel crucial en la promoción de acciones dirigidas a mejorar el rendimiento energético de nuestro parque inmobiliario.
Los CAE operan como un sistema de certificación que reconoce y cuantifica el ahorro energético obtenido a través de medidas de eficiencia y ahorro implementadas en los edificios e instalaciones.
Entre los aspectos más interesantes podemos destacar los siguientes:
Incentivo a la Inversión. El CAE funciona como un incentivo económico para propietarios y gestores de edificios, al proporcionar un reconocimiento tangible del ahorro energético logrado mediante la incorporación de medidas de eficiencia.
Transparencia y confianza. La certificación del ahorro aportada por el CAE brinda transparencia y confianza tanto a propietarios como a usuarios de los edificios al contar con un sello de aprobación oficial que respalda el ahorro energético logrado.
Fomento de la competitividad. La posesión de un certificado CAE puede conferir ventajas competitivas a los edificios en el mercado inmobiliario.
Cumplimiento normativo. El sistema CAE puede ser utilizado como un mecanismo para cumplir con los requisitos normativos en materia de eficiencia energética establecidos por las autoridades competentes.
Consolidación del mercado de los servicios energéticos. Frente a las aportaciones al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, el sistema CAE significa realizar actuaciones que consiguen ahorros reales y verificados. Ello supone un fomento del mercado de los servicios energéticos.
Desde AMI consideramos que el sistema CAE es una excelente iniciativa y una valiosa herramienta que promociona la innovación, provee incentivos a las actuaciones de eficiencia energética, brinda flexibilidad al sector y facilita la transparencia y el seguimiento del ahorro de energía. Supone además una apuesta por apoyar los estándares de calidad y certificación.
Seguir avanzando en el sistema CAE
Albert Floresví
Energy Director Iberia
GreenFlex
Aunque no ha cumplido su primer año de vida ha pasado ya suficiente tiempo como para poder hacer un alto en el camino y poder tomar conciencia de dónde estamos dentro del universo CAE (Certificados de Ahorro Energético) en España.
Ha sido un arranque vertiginoso, tal y como debe ser. Todos los agentes del sistema CAE hemos ido aterrizando, aprendiendo, construyendo internamente, aportando externamente, observando, difundiendo y divulgando. En definitiva, nos hemos ido situando de la mejor manera posible en este nuevo entorno.
Después de este tiempo transcurrido podemos afirmar que el mensaje CAE llega, no con toda la potencia e intensidad que uno desearía, pero es notoria y evidente la sensación de que el conocimiento ha crecido de forma exponencial a nuestro alrededor. Y eso es satisfactorio. Pero aún más satisfactorio es el comprobar como el sistema tiene credibilidad. Aun después de varias experiencias pasadas de éxito discutible es impactante comprobar la credibilidad que tiene el Sistema CAE en los receptores del mensaje, los propietarios de los ahorros.
Y ese es uno de los puntos clave para confiar en el éxito y la revolución que esto va a suponer. La gente cree.
Hay que ser consciente de que queda mucho camino por recorrer, ser comprensivo y aceptar la juventud del sistema y el enorme, pero aún incompleto, trabajo realizado. Pero eso no quita que debemos seguir exigiéndonos a todos, comenzando por el Ministerio, trabajar para eliminar y corregir los muchos puntos de mejora ya conocidos. Todo está por hacer y todo es posible.
La función de la verificación para convertir la eficiencia en un activo tangible
Jorge Bistué
Head of Decarbonization and Demand Response Product Marketing Management
Marketing B2B Iberia
Endesa
Cuando supimos que, por fin, un sistema de Certificados de Ahorros Energéticos iba a ser implantado en España, todos aquellos que estábamos en el sector tuvimos la sensación de que era una oportunidad única para poner la eficiencia energética en el centro de las decisiones empresariales: la posibilidad de hablar con clientes y poner en valor el ahorro como un concepto no puramente abstracto y que se daba por hecho, sino como algo tangible y que iba a ser medido, verificado y valorado como un activo, podía suponer un gran impulso y situarnos como líderes en eficiencia energética en un país donde ya hemos sabido ser líderes en renovables.
Pero reconozco que me surgió alguna duda cuando, tras una primera lectura al borrador del Real Decretos, vimos que iba a existir una nueva figura: “El verificador”. ¿No añadirá complejidad?, ¿no supondría un coste extra?. En el pasado hemos sufrido alguna experiencia en la implantación de normativas desarrolladas con la mejor voluntad pero que luego no cumplieron sus objetivos por causas que no se habían previsto (complejidad, burocracia, malas praxis…).
Pues bien, desde la primera reunión mantenida con AENOR para analizar lo que iba a ser la primera actuación singular certificada de todo el sistema CAE, vi que no solo había sido un acierto por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), sino que esta figura iba a ser la piedra angular del sistema. La seriedad y rigurosidad mostrada en esta y otras reuniones mantenidas con los diferentes verificadores es lo que nos garantizará que cada KWh comunicado y publicado como CAE por el Ministerio tiene detrás una actuación bien ejecutada, bien medida y bien verificada.
En esta fase inicial ha sido muy interesante ver como todos los actores, en lugar de competir, nos hemos puesto en modo colaborador, compartiendo experiencias entre sujetos obligados y delegados abiertamente con el único objetivo de afianzar el sistema. En los próximos meses será vital apoyar al máximo a los verificadores, que van a tener una carga de trabajo muy elevada. De su éxito dependerá la credibilidad al sistema.
Experiencias
Monetizar el ahorro energético
Rodrigo Ruíz
Director General
Industria Gastronómica
Blanca Mencía
Industria Gastronómica Blanca Mencía (Productos Cascajares) es una empresa transformadora de productos agroalimentarios que, en 2023 renovó sus instalaciones, después de que un siniestro destruyese su planta de Dueñas (Palencia). Blanca Mencía aprovechó la oportunidad para mejorar y ampliar la planta de procesado y almacenamiento, invirtiendo en una instalación de refrigeración más capaz y mucho más eficiente, puesto que, para el doble de capacidad frigorífica, el consumo de energía es prácticamente el mismo que el de la planta original.
Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) permiten monetizar el ahorro energético de una actuación más eficiente. Así, a propuesta de la instaladora Clauger Refrigeración Iberia, Blanca Mencía inició el proceso de certificación. Se trataron tres actuaciones (sistemas): dos centrales de producción de frío a diferentes temperaturas; y un sistema de enfriamiento de agua glicolada. Se utilizaron las fichas técnicas del catálogo, en lugar de seguir la vía del proceso singular, por la rapidez del proceso y la certidumbre en relación con el ahorro a certificar.
AENOR validó el expediente de certificación, de forma que, al final del proceso, el Sujeto Delegado, GreenFlex, pudo liquidar las CAE con el Sujeto Obligado, TotalEnergies. Se trató de uno de los primeros expedientes CAE en ser completados y el primer expediente en el ámbito de la refrigeración industrial.
La experiencia de Blanca Mencía ha resultado muy positiva. El sistema funciona y tiene una ventaja económica, lo que supone un efecto incentivador de la inversión eficiente. La cooperación con los agentes del sistema ha sido clave para el éxito del proceso, en el que la capacidad técnica y de gestión, son factores para considerar. En términos generales, es un sistema que contribuye a acelerar la transición energética, mitigando los efectos del cambio climático.
Pioneros en certificar el ahorro energético
Nuria Gallego
Directora de Infraestructuras y Servicios Generales
Fundación del Teatro Real
El Teatro Real es el primer bien de interés cultural (BIC), de los más de 16.146 inscritos en el Ministerio de Cultura, en entrar en el Registro del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que acredita los ahorros energéticos de empresas e instituciones nacionales mediante el sistema de Certificados de Ahorros Energéticos (CAE). Así, ha conseguido un ahorro de energía final de 963.159 kWh/año, el equivalente a dejar de emitir 263 toneladas de CO2 a la atmósfera o de la capacidad anual de absorción de 1.575 árboles. Se trata de la primera actuación singular registrada en el sistema CAE en el ámbito nacional.
El Certificado de Ahorro Energético (CAE) logrado por el Teatro Real es un instrumento que permite valorizar los ahorros energéticos, recuperando así parte del coste de las inversiones realizadas. El Teatro Real está llevando a cabo actuaciones de eficiencia energética que forman parte del “Plan de transición energética en la Administración General del Estado”, una actuación que ha sido subvencionada íntegramente con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por los fondos europeos Next Generation EU. Para la emisión del certificado CAE, Endesa X, la división de la compañía especializada en soluciones tecnológicas para la descarbonización y la eficiencia energética, ha contado con la asesoría técnica de SinCeO2 Consultoría Energética. Las medidas de ahorro han sido verificadas por AENOR.
Este logro se inscribe en los objetivos marcados por la dirección del Teatro Real en su Plan Estratégico para el periodo 2021-2026. En él se contempla la Sostenibilidad como uno de sus cinco objetivos fundamentales y en esa línea se están llevando a cabo actuaciones de rehabilitación y mejora en sus infraestructuras e instalaciones, financiadas por citados Fondos Europeos Next Generation EU.
El ahorro y la mejora de la eficiencia, junto con los CAE, forman parte del plan de rehabilitación energética del Teatro Real en su objetivo de ser un edificio de consumo energético “casi nulo” (NZBE, Nearly Zero Energy Building), para lo que ha reducido su consumo energético casi en la mitad (48 %). Ya se ha realizado todo el trabajo de la renovación de la climatización del edificio, con la sustitución de grupos de frío y bombas de calor o la renovación de los grupos de motobombas y de las unidades de tratamiento de aire. La próxima obra, que podría estar concluida a finales de este año, será la instalación de un forjado solar fotovoltaico en la azotea. Su instalación supondrá la generación de 189 MWh/año. Se mejorará la accesibilidad a esa zona y será una zona visitable.