Trabajando por y para el desarrollo social del país

Chile ha sido, tradicionalmente, un modelo económico para Latinoamérica sobre todo en términos de transparencia política y financiera. De la misma manera, el país ha tenido un rápido crecimiento en las últimas décadas y su economía creció un histórico 11,7 % en 2021, tras la brusca caída del 5,8 % del 2020 debido a la pandemia. En los próximos años, la economía seguirá creciendo, aunque a un ritmo más lento.

A pesar de las menguantes perspectivas económicas, la incertidumbre política y las opciones de aprobar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución, el tejido empresarial sigue un ritmo vibrante. Y AENOR ha estado junto a las organizaciones chilenas desde noviembre de 2001. Los distintos sectores de actividad, en estos 21 años, han ido implantando estándares de aplicación específica a su ámbito de actuación, como respuesta a las exigencias demandadas. Se trata de sectores tan importantes para la economía como el alimentario, energético, edificación, transporte y logística, servicios sociales, etc.

Además de las certificaciones y servicios de evaluación más extendidos, AENOR desarrolla una constante labor de innovación, creando esquemas que responden a las nuevas necesidades de las entidades chilenas.

Desde sus inicios, uno de sus objetivos de AENOR fue apoyar el desarrollo de la sociedad chilena en la sistematización de la calidad. A lo largo de esta trayectoria, es posible visualizar cómo su quehacer siempre ha tenido un fuerte componente con el desarrollo social del país, poniendo a disposición del mercado chileno herramientas de gestión muy específicas con competencias locales, lo que ha sido un gran elemento de diferenciación respecto de los competidores.

En este sentido, lo que está claro es que AENOR tiene un interés real por replicar los modelos de gestión más exitosos que se han desarrollado en España, siendo el conocimiento que alberga lo que le ha dado el posicionamiento que hoy tiene.

Actualmente, AENOR tiene en Chile más de 1.000 expedientes vigentes y está presente, prácticamente, en todos los sectores económicos. Asimismo, cuenta con una fuerte presencia en las certificaciones de mayor impacto como lo son la ISO 9001 de Sistema de Gestión de la Calidad, ISO 14001 de Gestión Ambiental e ISO 45001 de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo.

Los primeros clientes con los que trabajó AENOR en Chile fueron los principales referentes en su sector, a quienes ha acompañado por casi dos décadas, como Casa de Moneda, Banco Santander, Bitumix, Acciona, Disal, Demarco, Engie, Autopista Central, Concesionaria Vespucio Norte, entre tantas otras excelentes organizaciones con las que ha establecido un estrecho vínculo convirtiéndose en su aliado estratégico. Y es que, el éxito de los clientes es el éxito de AENOR.

Así, más del 12 % de los clientes se ha mantenido con AENOR por una e incluso dos décadas. Asimismo, su presencia cubre prácticamente todos los sectores industriales, teniendo certificadas a las organizaciones que lideran cada uno de ellos, así como a sus proveedores, entregando soluciones integrales que aportan valor. De igual manera, la relación que mantiene con sus clientes le permite conocer sus desafíos, estableciendo objetivos conjuntos apoyándoles en el camino hacia la excelencia.

Casi 21 años después de su llegada a Chile, AENOR ha superado las 10.000 horas de capacitación a través de las cuales ha formado a cientos de profesionales en temáticas muy específicas y de vanguardia, contribuyendo con ello al desarrollo de dichas competencias en el país. En Chile, AENOR promueve las técnicas para el desarrollo de sistemas de gestión en las organizaciones y la capacitación en competencias de dirección y especialización técnica. Las claves de la calidad de los cursos son un profundo conocimiento del sector empresarial, un contenido de los cursos específico para dar respuesta a las necesidades reales de las empresas y un profesorado altamente cualificado constituido en su totalidad por profesionales en activo.

Localmente, al igual que lo que está ocurriendo en el resto de Latinoamérica, los intereses sociales han cambiado mucho y esto, obviamente, está impactando a las empresas. Demostrar que una organización está comprometida con la sostenibilidad ambiental, social, con el buen gobierno, la seguridad, etc., así como tomar las medidas adecuadas para que las empresas sobrevivan ante los diferentes cambios a los que se ven enfrentadas, se erige como una prioridad; sobre todo para las grandes organizaciones, pero cada vez más ese mensaje está calando en las pequeñas empresas.

Sin duda, las certificaciones de más largo recorrido se siguen manteniendo muy vigentes, como es el caso de la gestión de la calidad. Sin embargo, se ha visto que en los últimos cinco años la proporción ha variado; no porque exista una disminución en el número de certificaciones ISO 9001, si no porque están ingresando con fuerza nuevas soluciones que vienen a dar respuestas a los desafíos globales que se han señalado anteriormente.

Por tanto, así es cómo la certificación del buen gobierno, a través de los sistemas de gestión de compliance y antisoborno, la gestión de activos, la seguridad de la información y la continuidad de negocio están tomando mucha relevancia, otorgando una posición diferenciada a las organizaciones que cuentan con estos reconocimientos.

De la misma manera, hay que destacar los compromisos y acciones que está realizando Chile en la lucha contra el cambio climático, a través de la gestión energética, verificación de huella de carbono, gestión de residuo, entre otras. El país ha desarrollado una ambiciosa agenda nacional contra la crisis climática basada en el uso de energías renovables. Sus medidas se presentan como un posible modelo para exportar al resto de los países y facilitar el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París. El país ha experimentado en los últimos años una gran sequía, numerosos incendios forestales, una retirada de sus glaciares generalizada y un aumento de las temperaturas extremas.

La publicación de la nueva ley de eficiencia energética y el compromiso para alcanzar neutralidad en carbono antes de 2050 ha emplazado a los clientes a dar respuestas y mostrar qué y cómo están abordando tan desafiantes objetivos. En esta línea, bajo una mirada estratégica y muy vanguardista, hace 10 años se inició la certificación de la gestión energética en Chile. Con ello, AENOR es hoy la organización líder en el mercado, aportando a nuestros clientes la riqueza de la experiencia con el conocimiento local, lo que va mucho más allá de la evaluación de la conformidad.

Bajo esta premisa, también se pueden señalar otros casos como, por ejemplo, la verificación de la huella de carbono de producto y de organización, siendo la única entidad en el país que cuenta con la acreditación para otorgar este servicio. Esto les confiere a los clientes un valor añadido relevante, pues los certificados AENOR tienen reconocimiento internacional.

En 2016, AENOR empezó a certificar en Chile de acuerdo con la Norma NCh 3262 Sistemas de gestión de igualdad de género y conciliación de la vida, laboral, familiar y personal. Corporación Nacional del Cobre de Chile CODELCO, empresa estatal dedicada a la explotación de cobre, fue la primera organización en conseguir este certificado. Este hito fue muy simbólico, ya que aportó equidad de género a un sector históricamente masculinizado. Fue un reto desafiante y un logro que nos llenó de gratificación al ver aumentar las cifras de participación femenina, así como la mejora de las condiciones laborales y oportunidades profesionales para ellas.

Asimismo, AENOR es líder en el mercado local en soluciones relacionadas con seguridad de la información y todo el ecosistema TIC, Continuidad de Negocio, Compliance, Seguridad Vial, Gestión de Activos, así como, en las certificaciones que contribuyen a la sostenibilidad ambiental y social. Así, es la Entidad que cuenta con el mayor número de certificados vigentes bajo la Norma ISO 50001 de gestión de eficiencia energética.

También, se destacan otras soluciones muy específicas y de alto valor añadido, como la verificación de huella de carbono de producto y de organización, la verificación de huella del agua e hídrica, gestión de Residuo Cero, ecoetiquetado y la certificación en igualdad de género y conciliación.

Se trata de factores críticos para determinar el crecimiento económico, el nivel de bienestar y la competitividad de las organizaciones con las que trabaja AENOR. Asimismo, estas soluciones de evaluación de la conformidad son de gran importancia para la supervivencia de las organizaciones, ya que contribuyen a situarlas en una posición adecuada para afrontar los nuevos desafíos que surgen en un mercado globalizado.

Desde su fundación en 1893, la Bolsa de Santiago ha jugado un papel fundamental en la construcción de un mercado de valores sostenible en Chile y ha sido históricamente un lugar de encuentro de los diversos actores que lo integran; así como protagonista en el desarrollo y promoción buenas prácticas y transparencia.

Acorde con este rol, la Bolsa de Santiago integra las variables ambientales, sociales y de gobierno corporativo tanto en su propio actuar como en el de los interlocutores con los que se relaciona, de manera que promueve e impulsa un mercado de capitales dinámico, competitivo, transparente y abierto, alineado con los más altos estándares internacionales.

En este camino, y con el propósito de establecer y estandarizar sus indicadores de mejora continua, ha trabajado constantemente para obtener las certificaciones ISO 9001, de gestión de calidad; ISO/IEC 27001, de seguridad de la información y la ISO 22301 de continuidad del negocio.

Estos estándares permiten implementar numerosos controles, entre ellos políticas de calidad, seguridad de la información, continuidad, integridad física, nexos con proveedores y controles atingentes a los riesgos de ciberseguridad, centrándose en la identificación, protección, detección, respuesta y recuperación frente a estos eventos, los cuales son fundamentales para la continuidad del negocio.

Sobre la relevancia de este proceso, que se ha llevado a cabo con éxito, hay que destacar que trabajar de acuerdo con las normas internacionales permite tener un crecimiento ordenado, estructurado y sostenible en el tiempo, creando ventajas competitivas como bolsa de valores y proveedor de distintos productos y servicios.